La noche de este jueves un microsismo de magnitud 2.3 tuvo epicentro en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México a las 20:49 horas, de acuerdo con información del Sistema Sismológico Nacional.
¿Cuál es el origen de los microsismos en CDMX?
La serie de microsismos en la Ciudad de México que se registró en febrero de este 2024 se vinculó a la reactivación de fallas geológicas previamente no mapeadas en la capital del país.
De acuerdo con un estudio del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se identificó una nueva falla, denominada provisionalmente “Plateros-Mixcoac”, como una de las posibles causas de esta actividad sísmica.
En ese sentido, la investigación de la UNAM confirmó que la falla Plateros-Mixcoac podría ser responsable de los movimientos telúricos ocurridos entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, y en consecuencia casos como el de este 5 de septiembre.
¿Por qué la Alerta Sísmica no suena cuando el epicentro es en CDMX?
La razón por la cual la Alerta Sísmica no se activa cuando el epicentro de un temblor se localiza dentro de la Ciudad de México se debe a las limitaciones inherentes al tiempo de alertamiento y la velocidad de propagación de las ondas sísmicas.
En estos casos, el tiempo que tardan las ondas sísmicas en viajar desde el epicentro hasta las áreas circundantes es tan breve que no permite que el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex) detecte y transmita la señal a tiempo. Las ondas sísmicas llegan prácticamente al mismo tiempo que la señal de alerta, imposibilitando su emisión.
Dicho sistema está desarrollado para proporcionar alertas tempranas en caso de sismos fuertes, opera mediante una red de sensores sísmicos que se encuentran instalados en diversas ubicaciones estratégicas a lo largo del país. Estos sensores calculan parámetros que son cruciales para el pronóstico de un sismo potencialmente destructivo y envían la información a sistemas de cómputo ubicados en las áreas que podrían verse afectadas.
En el caso contrario, cuando un sismo de gran magnitud se origina en una región fuera de la capital, como en la costa de Guerrero, Jalisco, Colima, Michoacán o Puebla, el sistema de alerta se activa de manera efectiva. En estos casos, las estaciones sísmicas en estas áreas detectan el inicio del terremoto y envían una señal a través de radio a los sistemas de cómputo en las ciudades que podrían experimentar el impacto, como Acapulco, Chilpancingo, Toluca y la Ciudad de México.