El Senado de la República aprobó este 11 de septiembre de madrugada, en lo general, la reforma al Poder Judicial tras su análisis y eventual ratificación por parte de los legisladores. La iniciativa contempla la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular, la reducción del número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 11 a 9, y la desaparición del Consejo de la Judicatura, el cual sería reemplazado por un órgano administrativo y un Tribunal de Disciplina Judicial.
Con el voto a favor de Miguel Ángel Yunes Márquez y la ausencia del senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, Morena y sus aliados avalaron la reforma judicial en lo general, logrando la mayoría calificada con 86 votos a favor y 41 en contra.
Ante la falta de un tablero electrónico, la votación se realizó de manera nominal, con el pase de lista de los 127 senadores presentes.
La senadora Alejandra Barrales, de Movimiento Ciudadano, solicitó la suspensión de la votación argumentando que Daniel Barreda se encontraba en Campeche, pero su petición fue interrumpida, y Gerardo Fernández Noroña amagó con no permitirle votar.
Desde el inicio del posicionamiento de Morena sobre la reforma, la tribuna estuvo tomada por legisladores del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano. Paralelamente, se registraron enfrentamientos entre manifestantes y la policía fuera del recinto. Después de varias horas de discusión, el Senado agotó el debate en lo general.
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien en varios momentos rompió con la institucionalidad al advertir ante las protestas de la oposición que “¡la reforma va!”, justificó que el artículo 99 del reglamento lo facultaba para dar por concluido el debate tras una primera ronda de cinco oradores a favor y cinco en contra, y sometió el tema a votación económica.
Una vez finalizados los posicionamientos de los grupos parlamentarios de Movimiento Ciudadano, PT, PVEM, PRI y PAN, los senadores del PAN subieron a la tribuna y se mantuvieron en ella sin descender.
En algunos momentos se registraron empujones entre las senadoras Gina Campuzano, del PAN, y Edith López, de Morena.
Reducción de la Suprema Corte
La reforma plantea reducir de 11 a 9 el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Además, los ministros ocuparían su cargo por 12 años, tres menos que en el sistema actual. También se eliminarían las dos salas en las que está dividida la Corte, dejando solo sesiones plenarias públicas, eliminando la posibilidad de sesiones privadas. Para aprobar sentencias, se necesitarán seis votos.
Salarios y pensiones
Se estipula que las remuneraciones de ministros y jueces no podrán ser mayores que el sueldo del Presidente de la República. Además, se eliminarían las pensiones vitalicias una vez que concluyan su encargo.
Elección de jueces y magistrados por voto popular
Uno de los cambios más polémicos es que se propone que ministros, magistrados y jueces sean elegidos por voto popular. Estas elecciones se llevarían a cabo cada tres años, coincidiendo con las elecciones federales. Los candidatos serían propuestos en partes iguales por el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Si la reforma se aprueba en septiembre, la primera elección tendría lugar en 2025.
Nuevo sistema de órganos regulatorios
La reforma plantea reemplazar al Consejo de la Judicatura Federal por dos nuevos organismos: uno para la administración del sistema judicial y otro, el Tribunal de Disciplina Judicial, encargado de supervisar la conducta de jueces y ministros. Cualquier persona o autoridad podría presentar denuncias contra el personal judicial.
Plazos para resolver conflictos judiciales
Se establecería un plazo máximo de seis meses para que los jueces resuelvan controversias. Si no se cumplen estos tiempos, el Tribunal de Disciplina investigará las razones del retraso y podría aplicar sanciones.
Aplicación de la reforma a nivel estatal
Las entidades federativas tendrán 180 días para modificar sus leyes locales, garantizando la independencia de jueces y magistrados, así como la elección por voto directo y secreto de los mismos. Además, deberán crear órganos independientes para la administración y disciplina de su poder judicial.
Posiciones políticas y aprobación de la reforma
La reforma fue aprobada en lo particular por el Senado con 86 votos a favor y 41 en contra. Ninguna de las reservas presentadas por la oposición fue aceptada. Morena y sus aliados celebraron la aprobación de la reforma con consignas de “¡Sí se pudo!”.
La senadora del PRI, Claudia Anaya, pidió respeto al derecho a disentir, argumentando que la reforma afecta la autonomía del Poder Judicial. En contraste, Ricardo Sheffield, senador de Morena, defendió la reforma, afirmando que busca un sistema de justicia imparcial, donde jueces y magistrados rindan cuentas al pueblo.
