El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se ha convertido en el centro de múltiples quejas de los usuarios debido a la falta de claridad y el tamaño en las pantallas informativas que registran las llegadas y salidas de vuelos.
Estas mini pantallas, ubicadas en diversas áreas del aeropuerto, como la zona de Check-in, la zona de comidas y las salas de embarque nacionales e internacionales, son motivo de frustración para los pasajeros que no logran encontrar la información de sus vuelos o asignación de puertas de abordaje, debido a su tamaño.
La empresaria Carmen Patricia Armendáriz, a través de su cuenta en la red social X, también se unió a las críticas: “La señalización de los vuelos es uno de los elementos más importantes de información para un pasajero. Estos mini pizarrones electrónicos en el AICM pudieron ponerse grandes como en cualquier aeropuerto”. Asimismo, Armendáriz señaló la falta de grandes tableros informativos tras pasar los controles de seguridad.
Pantallas no están sincronizadas con los vuelos
Un problema más que se suma a esta situación, la falta de sincronización entre las pantallas del aeropuerto y los horarios reales de las aerolíneas, lo que provoca confusión y pérdida de tiempo.
Susana, una usuaria del aeropuerto, comentó: “Lo malo es que nadie te informa”, señalando que las aerolíneas culpan al aeropuerto por la falta de actualización, mientras que el AICM sostiene que publica la información que las aerolíneas le proporcionan.
Las autoridades del AICM informó que el aeropuerto tomó el control de las publicaciones de los horarios desde febrero de 2022, anunciando que no se incluirían los horarios comerciales, sino los horarios legales establecidos por el aeropuerto. A pesar de que las aerolíneas fueron notificadas y se les recordó esta medida en octubre, la problemática continúa.
Ante esta situación, las autoridades aeroportuarias han recomendado a los pasajeros llegar con anticipación, revisar sus correos electrónicos para estar al tanto de cualquier cambio en los vuelos y, en caso de inconvenientes, acudir a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para presentar una queja.
