La Iglesia Católica en México celebró la beatificación de Moisés Lira, un sacerdote que dedicó su vida a servir a los más vulnerables; la ceremonia, realizada en la Basílica de Guadalupe, fue presidida por el cardenal Marcello Semeraro, en representación del Papa Francisco.
¿Quién fue Moisés Lira?
Nacido en Puebla en 1893, creció en una familia que pronto enfrentó adversidades, la pérdida de su madre a temprana edad y la ausencia de su padre marcaron su infancia, pero no desviaron su deseo de servir a Dios.
Su vida religiosa comenzó en 1914, cuando se unió como novicio a una congregación fundada por Félix de Jesús Rougier; En 1922, fue ordenado sacerdote y adoptó un lema que reflejaba su carácter: “Es necesario ser muy pequeño para ser un gran santo”, este enfoque en la humildad y la sencillez lo acompañó a lo largo de su ministerio.
Lira fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada en 1934, con el objetivo de brindar formación espiritual, educación y atención a los enfermos; su obra trascendió las fronteras físicas y espirituales, contribuyendo al bienestar de los marginados y estableciendo instituciones educativas y psiquiátricas, su legado continúa vivo a través de su congregación.
¿Qué se le puede pedir a Moisés Lira?
La beatificación de Moisés Lira lo convierte en un intercesor poderoso, especialmente en causas relacionadas con la vida y la salud.
Su primer milagro reconocido por el Vaticano fue la curación de una niña en gestación, lo que lo convierte en un referente para las madres con complicaciones durante el embarazo.
Además, debido a su trabajo con los enfermos, se le puede pedir por la sanación de quienes padecen enfermedades físicas o mentales.
Finalmente, su dedicación a la educación y formación espiritual lo hace un protector ideal para quienes buscan crecer en la fe y en el conocimiento, tanto para estudiantes como para educadores. Aunque aún se espera un segundo milagro para su canonización, Moisés Lira ya es un ejemplo de santidad para millones de católicos.