Un nuevo trauma laboral afecta, con mucha fuerza, a la mayoría los mexicanos; se trata de la procrastinación nocturna: un mal que afecta a siete de cada 10 trabajadores, reveló el la firma de capital humano y empleo OCC.
Informó que dicho mal se caracteriza por el hábito personal de posponer el descanso nocturno para realizar actividades laborales, como responder correos electrónicos, finalizar proyectos o atender pendientes fuera del horario laboral regular,.
Ello, apuntó, generalmente se debe a la acumulación de trabajo no realizado durante el día o a la falta de una adecuada gestión del tiempo; cuyo impacto alarga la jornada laboral hasta 15 horas o más por día.
“Este comportamiento afecta la calidad del sueño y el bienestar general, reduciendo la productividad a largo plazo y aumentando el riesgo de agotamiento físico y mental”, señaló la también plataforma de búsqueda de empleo.
Golpes de la procrastinación nocturna
A través del micrrositio Termómetro Laboral, OCC reportó que el nuevo trauma afecta a 70% del personal de las empresas, quienes –de forma abierta y consciente– reconocen que “sí han experimentado la procrastinación nocturna”.
Precisó que, de este último grupo, 49 de cada 100 personas afirmaron que “varias veces” llevan a cabo actividades de trabajo durante la noche, mientras que 21 empleados más señalaron que “todos los días” son víctimas del nuevo mal.
La firma también destacó que 20% de los empleados asegura que “nunca ha sufrido de este hábito”, lo que implica que apenas una quinta parte de los integrantes de las empresas cumple y se desconecta del trabajo sin rebasar las ocho horas marcadas por la ley.
En tanto que otro 10% del personal afirmó que “no lo había pensado” en los efectos de la procrastinación nocturna; “por lo que desconoce si ha realizado esta actividad”, aunque ello no lo exime del problema.
Procrastinación mata productividad
La psicóloga laboral y especialista del despacho Servicios Integrales en Psicología, Carmen Ramírez, explicó que la falta de sueño y descanso –en cualquiera de sus formas– mata 30% de la productividad del personal, “por lo menos”.
Indicó que, lejos de mejorar los resultados de un empleado o aligerar la carga de trabajo del siguiente día, la procrastinación nocturna detona altos niveles de estrés, cansancio físico y mental, insatisfacción, irritabilidad y días laborales de 15 o 16 horas y cuatro horas de sueño en promedio.
“Cuando esto se vuelve un hábito, comienzan los episodios de presión arterial alta, parálisis facial, gastritis, colitis nerviosa y, en casos graves, todo esto se puede combinar con otras presiones como los problemas de dinero y mala alimentación.
“Además de otras vulnerabilidades como los conflictos emocionales provocados por un jefe o compañeros tóxicos, que generan ansiedad, depresión y enfermedades cardíacas ”, alertó la especialista laboral.
Daños de la procrastinación nocturna a detalle
OCC reportó que los empleados que sufre dicha condición, reportaron los siguientes daños:
- Poca concentración y cansancio: 62%
- Riesgo de problemas de salud relacionados al estrés: 17%
- Disminución de la satisfacción laboral: 16%
- Afectaciones negativas en las relaciones laborales, personales y familiares 5%
