La lluvia y amenaza constante de inundaciones se convirtieron en un problema grave para las empresas, que golpea el estado de ánimo de los empleados y ‘ahoga’ hasta 30% de la productividad de las empresas.
La coordinadora del Hub de psicología de Affor Health para LATAM, Yunue Cárdenas, explicó a Publimetro que la presente temporada de lluvias disparó entre 30% y 50′% los casos de ansiedad y depresión del personal de las organizaciones.
Señaló que las afectaciones más graves están directamente relacionadas con la ubicación de los centros de trabajo, las colonias donde viven los trabajadores y, si éstas, se localizan en áreas de alto riesgo de inundaciones, deslaves, caída de árboles o interrupciones a los sistemas eléctricos o de transporte.
La especialista refirió que cuando se desata la lluvia o hay una tormenta eléctrica se activa un fuerte temor entre los empleados a quedarse varados en la propia oficina, en su auto o en el transporte público; sufrir daños por baches, anegaciones y la eventual descarga de un rayo.
“Hay personas que temen por la integridad y seguridad de sus hogares y esto incrementará entre un 30% y 50% los cuadros de ansiedad y estrés graves entre los empleados.
“Mientras que la reducción de la productividad iría de un 5% a un 30%, de acuerdo con la zona donde se encuentren los trabajadores, los riesgos que provoque la lluvia, las inundaciones y los retrasos o eventual cancelación de los servicios de transporte”, dijo la coordinadora del Hub de psicología de Affor Health.
Lluvia bajonea más a mujeres
El doctor en Psicología y jefe de Posgrado de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle, Emiliano Villavicencio, señaló que los efectos negativos de la lluvia afectan directamente a 50% de las personas y, por lo tanto, a la mitad del personal de las empresas.
Alertó que las mujeres y adultos mayores son los más vulnerables a desarrollar cuadros de ansiedad, estrés, desconcentración e, incluso, episodios de tristeza y hasta depresión por las preocupaciones personales, retrasos en el transporte, mayores gastos y posibles accidentes generados por las lluvias.
“Es muy claro, cinco de cada 10 personas se ven afectadas por estos climas, de lluvia e inundaciones; dos, la afectación impacta el ánimo de los trabajadores, específicamente en estados depresivos.
“Tres, también hay niveles altos de ansiedad y estrés porque la gente dedica más tiempo de lo habitual en trasladarse y todos esos elementos provocan una pérdida de productividad directa a las empresas”, dijo Emiliano Villavicencio.
El directivo de La Salle puntualizó que los afectados pasan hasta dos o tres horas de su jornada laboral –de ocho horas al día– preocupados y pensando en los retrasos para llegar al trabajo o a su casa y en los riesgos de violencia o inseguridad que también genera la lluvia.
“Las personas mayores y las mujeres –otra vez– son los más afectados por los riesgos; por qué razón, porque al estar más tiempo en el tránsito y en la calle los hace más vulnerables a temas como la delincuencia, robos o violencia”, alertó.
Signos y síntomas de alerta
El psicólogo y especialista en nutrición, Walberto Tenorio, informó que los episodios de estrés, ansiedad, tristeza y hasta depresión por la lluvia, que afectan a los empleados y la productividad de las empresas están relacionados el clima nublado, poca luz natural y los cambios ambientales abruptos.
Refirió que cuando las personas transitan por un periodo prolongado de lluvias, nublado intenso y falta de luz del sol, el cuerpo segrega una hormona llamada melatonina que tiende a dar sueño, que afecta directamente el estado de ánimo, concentración y productividad de los empleados.
Refirió que, bajo el efecto de la melatonina, la gente tiende a hacer comentarios muy directos sobre el cambio en su ánimo y baja disponibilidad para trabajar: “con este frío, con esta lluvia, prefiero estar en mi cama; se antoja quedarse en casa o ya me quiero ir”.
Y por el otro lado, apuntó el especialista, está la segregación del cortisol, que genera el cuerpo cuando hay altos niveles de estrés, provocados por la ansiedad y preocupación por lo caótico que se vuelve salir de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.
“Si estoy en el trabajo y empieza a llover, es muy probable que empiece a hacer cálculos de a qué hora llegaré a casa; pienso: a ver, si me retraso, ya no puedo comer en familia, ayudar a los hijos con su tarea, tener listos uniformes, lavar la ropa o realizar algunos quehaceres del hogar”.
Y, en conjunto, todo eso provoca una serie de manifestaciones emocionales que pueden detonar cuadros de tristeza, depresión y crisis de enfermedades preexistentes como gastritis, colitis, diarrea, dolor de cabeza, presión arterial alta y problemas cardiovasculares.
Estrategias vs. estrés y ansiedad laboral
Para reducir el impacto de los episodios de estrés y ansiedad laboral, provocados por el impacto de la temporada de lluvia, los especialistas consultados por Publimetro recomiendan:
- Implementar modelos flexibles de trabajo: permitir esquemas de home office y estrategias que no se conviertan en presiones adicionales, sino en trabajo colaborativo para cumplir con las tareas y metas diarias.
- Realizar pausas activas e implementar actividades de mindfulness: tomar descansos cada 40 o 50 minutos, de dos o tres minutos, para hacer ejercicios de respiración y estiramientos de manos y piernas,
- Aprovechar parte del horario de comida para salir de la oficina, caminar, disfrutar de otros paisajes urbanos, escuchar otras voces y regresar nuevamente al trabajo con toda la concentración y energía nuevamente recargada.
- Que las empresas diseñen y pongan en práctica un programa de políticas para enfrentar contingencias específicas y efectos negativos de la lluvia como los antes señalados, que flexibilicen los horarios y determinen mejores condiciones laborales para cumplir con sus metas.
