En las últimas horas, la relación entre México y España se intensificó ante las ultimas declaraciones de los mandatarios involucrados, el presidente actual Andrés Manuel López Obrador y el presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez, sobre la toma de protesta de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, los antecedentes de las problemáticas y las fricciones se originaron años atrás.
Pausas diplomáticas y rechazos entre México y España
En el año 2019, un año después del comienzo de su sexenio, AMLO envió una carta al Rey de España, Felipe VI. En conmemoración de los 500 años de la llegada de los españoles a Mesoamérica, el presidente mexicano rememoró la historia entre ambos países y pidió, a la Corona Española, una disculpa por los hechos violentos de la Conquista.
“México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan”, expresó López Obrador.
Además de la controversia que despertó dentro de la nación, España rechazó la carta y la postura de pedir disculpas. AMLO retomó el rechazo en el mes de febrero de 2022, donde el mandatario mexicano pausó la relación diplomática entre ambas naciones.
La pausa en las relaciones se generó, además, por los problemas con las empresas españolas. Los diplomáticos de ambos países, como el entonces canciller Marcelo Ebrad y el embajador español Juan López-Doriga Pérez, fueron clave para firmar acuerdos y restaurar las conexiones bilaterales.
Las fricciones resurgieron con la transición presidencial en México en 2024. Claudia Sheinbaum invitó a varios mandatarios internacionales para acudir a su toma de protesta, excepto al rey Felipe VI de España, por su falta de respuesta.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, reclamó ante la falta de invitación y aseguró la ausencia de un representante español. “Nos parece absolutamente inaceptable el que se excluya la presencia de nuestro jefe del Estado”, declaró públicamente.
En un comunicado publicado el 25 de septiembre, la presidenta electa aclaró la situación.
“Se invitó solamente al presidente de España (...) dicha misiva (de Andrés Manuel López Obrador) no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales”, respondió con el fin de esperar una respuesta directamente.
