Durante un operativo llevado a cabo el 21 de septiembre, agentes de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) se enfrentaron a presuntos miembros de un grupo criminal, un incidente que sorprendió a los vecinos de la zona residencial de Tres Ríos y donde Juan Carlos Sánchez Palacios, un abogado de 34 años, se vio envuelto en el operativo militar que tuvo lugar en Culiacán, Sinaloa.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó en su cuenta oficial de X que las fuerzas de seguridad lograron evacuar a seis adultos y una menor del edificio conocido como Depas Clamont, donde presuntamente se refugiaban los atacantes. En un primer informe, las autoridades confundieron a Juan Carlos con uno de los supuestos agresores.
Dos días después, en una conferencia de prensa, el mandatario estatal aclaró que las circunstancias de la muerte de Juan Carlos no podían determinarse aún, dado que el caso está bajo investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) y defendió su declaración inicial alegando que se trataba de un informe preliminar.
Por su parte, el alcalde de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, confirmó que Juan Carlos fue empleado del Ayuntamiento, donde trabajó en el área de Defensoría Jurídica de la Sindicatura de Procuración.
Juan Carlos, era graduado de la Escuela Libre de Derecho de Sinaloa, había estado en la Defensoría Jurídica aproximadamente un año antes de renunciar en junio para dedicarse a proyectos en el sector restaurantero. Según su hermano Rafael, el abogado de profesión había inaugurado recientemente dos restaurantes en la misma área donde fue abatido por el fuego cruzado.
“Un daño colateral”
La violencia en Sinaloa no se ha detenido desde el 9 de septiembre; en ese contexto, Juan Carlos perdió la vida trágicamente, siendo confundido con un sicario en medio del caos. Testimonios de familiares afirman que intentaba proteger a su esposa e hija, quienes también se encontraban atrapadas en el tiroteo.
Tras darse a conocer la muerte e identidad de Juan Carlos, Rubén Rocha sugirió que podría haber sido un “daño colateral”, aunque enfatizó que la FGR tiene la responsabilidad de esclarecer los hechos. Al respecto, el hermano de Juan Carlos, manifestó su deseo de que no se difame la imagen de su hermano. “Era un hombre bueno, un padre de familia de una niña de ocho meses”, declaró en una entrevista con El País.
