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El poderoso mensaje que una primera dama brinda a Claudia Sheinbaum

Previo a su toma de protesta, los consejos comienzan a llegar a la morenista

Convencida de que las mujeres inquietas pueden alcanzar grandes metas cuando se organizan, la primera dama de Bogotá, Colombia, Carolina Deik compartió a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sus experiencias con los proyectos que encabeza.

Durante la presentación del programa Misión Nutrición Bogotá, Deik detalló los orígenes de este proyecto, que comenzó una mañana de café entre cuatro mujeres y que hoy ha ofrecido alimentos a casi 900 familias. Además, cada vez se han sumado fundaciones, lideradas por ellas, para colaborar en erradicar el hambre. Destacó la colaboración de la app Rappi y la empresa mexicana del Doctor Simi.

Deik puso como ejemplo dicho proyecto y, al cuestionarle sobre el consejo para Sheinbaum, que hará historia como la primera presidenta en México, señaló que en el proceso siempre se deben ir haciendo ajustes, pero cuando la red de mujeres es sólida, el triunfo es seguro.

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“Hemos tenido esa sincronía con mujeres que se han apersonado de los proyectos”.

Resaltó que las mujeres son cooperativas, ágiles y tienen un alto nivel de confiabilidad, por lo que no dudó en desearle éxito a Sheinbaum en esta encomienda. Además, augura que, en cuestión de cuentas, las mujeres gozan de un impacto positivo.

“Hay mayores índices de transparencia cuando los recursos son administrados por mujeres, que eso es favorable”, precisó.


Empresarios confían en la mirada de mujer

Por su parte, Ovidio Claros Polanco, presidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, señaló que este acontecimiento histórico, donde Sheinbaum tendrá la carga de un país, sin duda debe dar resultados.

“Estoy convencido que a la mujer hay que seguirla empoderando porque han demostrado una gran capacidad en administración no sólo de lo privado, también de lo público”.

Coincidió con Deik en la buena reputación de las mujeres para llevar una finanzas sanas a fin de que los proyectos funcionen.

“Y no es un problema sexista, ni nada de esas vainas, sino es un problema de realidad, de empoderamiento y a eso le apostamos: el mérito es para ellas”, finalizó.


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