La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) llevó a cabo un estudio en el que analizó los líquidos y aerosoles contenidos en los sistemas electrónicos de administración de nicotina, conocidos como vapeadores, encontraron altos niveles de compuestos cancerígeno.
De acuerdo con los resultados, el 80% de las muestras examinadas superó los límites permisibles de benceno, el 45% excedió los niveles de tolueno y una de las muestras presentó concentraciones elevadas de xilenos, sustancias que representan serios riesgos para la salud.
Este es el primer estudio de su tipo realizado en México y fue publicado en la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health.
¿Que contiene el benceno y el tolueno?
El benceno es un líquido incolor, inflamable y con olor dulce que se usa en la industria química y farmacéutica. Es un componente natural del petróleo crudo, la gasolina y el humo de los cigarrillos, y también se produce por procesos artíficiales.
El tolueno es in líquido transparente, incoloro y con un olor característico que se usa como solvente y en la producción de otras sustancias. El tolueno se genera en proceso de producción de gasolina y otros combustibles a partir del petróleo crudo, y al producir coque de carbón.
¿Qué reveló el estudio?
Los investigadores realizaron dos tipos de análisis a 20 muestras de líquidos contenidas en vapeadores y cigarrillos electrónicos, utilizando técnicas avanzadas como la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, que permitió identificar y cuantificar mezclas de sustancias volátiles y semivolátiles presentes en los productos.
El primer análisis consistió en extraer el líquido mediante una técnica de “purga y trampa” utilizando agua y metanol como solventes. El segundo método aplicó desorción térmica al aerosol generado por los dispositivos, técnica que volatiliza las sustancias al someterlas a calor.
Los resultados indicaron que la desorción térmica reveló una mayor cantidad de compuestos en comparación con la purga y trampa. En total, se identificaron entre 13 y 167 compuestos diferentes, dependiendo del método utilizado y del dispositivo analizado.
Los datos arrojaron que el 80% de las muestras de aerosol contenían niveles superiores a los permitidos de benceno, un compuesto cancerígeno que afecta la producción de células sanguíneas.
Asimismo, el 45% de las muestras excedió los niveles de tolueno, una sustancia que daña el sistema nervioso central, mientras que una muestra contenía altos niveles de xilenos, compuestos que pueden causar problemas respiratorios y daños en el hígado y los pulmones.
Estos hallazgos han encendido alarmas sobre los riesgos potenciales para la salud asociados con el uso de vapeadores, lo que justifica la necesidad de una mayor investigación y una regulación más estricta de estos dispositivos en México.