En América Latina, el cáncer se ha consolidado como una de las principales causas de muerte, con más de 1.5 millones de nuevos casos diagnosticados cada año. A pesar de los avances médicos, muchos pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas, lo que reduce significativamente las posibilidades de un tratamiento exitoso.
Existen desigualdades significativas en el acceso a diagnósticos y tratamientos, tanto entre los países de la región como dentro de ellos mismos. Estas disparidades dificultan el tratamiento oportuno y eficaz para muchos pacientes.
Sin embargo, la detección temprana y el acceso a terapias innovadoras pueden mejorar considerablemente las tasas de supervivencia, proporcionando nuevas esperanzas en la lucha contra esta enfermedad.
En Brasil, el acceso al tratamiento del cáncer de mama se logra en un plazo de 60 días tras el diagnóstico, algo que la ONU ya toma como referente. Sin embargo, “desafortunadamente en Latinoamérica no existe este baremo”, comenta Grueso, lo que afecta significativamente a la población de cada país.
Por otro lado, en países como Estados Unidos, la FDA aprueba medicamentos en un promedio de 3 años, mientras que en América Latina este proceso puede tardar hasta 8 años, lo que representa un fuerte golpe tanto para los tratamientos como para las políticas públicas. Esta situación empeora cada año, en detrimento de los pacientes y la población en general.
Para combatir esta problemática, la doctora destaca: “Es crucial que los gobiernos den prioridad al cáncer, con un plan nacional que no quede solo en papel”. Además, señala que es indispensable contar con un presupuesto asignado, elaborar y actualizar guías de práctica clínica, reembolsar las tecnologías innovadoras y garantizar un acceso equitativo y oportuno tanto al diagnóstico como al tratamiento.
En cuanto a los avances en políticas públicas para el cáncer de próstata, ningún país de Latinoamérica ha logrado priorizar este tema. Chile, México y Argentina están entre los peor posicionados en ese orden. En lo que respecta al cáncer de pulmón, Brasil se encuentra al final de la lista, detrás de México, Argentina y Colombia.
Por otro lado, en el tratamiento del cáncer colorrectal, Argentina ha mostrado avances significativos, mientras que las instituciones públicas mexicanas apenas alcanzan un avance del 44% y Chile llega al 56%. Colombia, en cambio, avanza paso a paso, superando el 65% en el desarrollo de tratamientos.
En concreto, México se encuentra a la cola en avances contra el cáncer, lo que significa que nuestro país está entre los que menos progreso han tenido en cuanto a tratamientos, prevención y acceso a diagnósticos. A pesar de los esfuerzos, otras naciones de la región han logrado mejorar sus sistemas de salud, mientras que en México el avance sigue siendo lento, afectando a miles de pacientes que no reciben el tratamiento adecuado o a tiempo.
Isabella Grueso destaca que casi 10 millones de personas en todo el mundo, y 750 mil en América Latina, mueren cada año a causa del cáncer. Esta cifra alarmante pone de manifiesto la necesidad de actuar rápidamente para reducir estas estadísticas y mejorar las oportunidades de tratamiento.
Grueso enfatiza que todas las personas afectadas por el cáncer merecen tener la oportunidad de curarse, extender su vida lo máximo posible y, sobre todo, disfrutar de una mejor calidad de vida. Esto requiere esfuerzos conjuntos para garantizar que los avances médicos estén al alcance de todos, sin importar su ubicación.
“Las personas con cáncer no pueden esperar”, insiste Grueso. Se necesita implementar soluciones que garanticen el acceso a diagnósticos de calidad y los tratamientos más avanzados en el menor tiempo posible. Solo a través de un esfuerzo coordinado entre gobiernos, instituciones de salud y la industria médica, se podrá hacer frente a esta crisis global.
Conclusiones de Isabella Grueso en el Congreso “Cada Minuto Cuenta”
- Monitoreo constante de los avances: Es esencial realizar un monitoreo continuo de los avances en la implementación de los planes nacionales de cáncer en Latinoamérica. Esto garantizará que se logren mejoras efectivas en la atención oncológica y permitirá ajustar las estrategias según las necesidades de cada país.
- Acceso equitativo y personalizado: Los pacientes con cáncer en América Latina necesitan un manejo equitativo de su enfermedad. Es fundamental asegurar un acceso universal a los diagnósticos y tratamientos, incluyendo la medicina personalizada basada en componentes genéticos, para que todos los pacientes reciban la mejor atención posible.
- Innovación tecnológica: El uso de tecnología avanzada, como la secuenciación de próxima generación, es clave para optimizar la atención oncológica personalizada. Esto no solo contribuye a reducir las desigualdades en el acceso a diagnósticos y tratamientos innovadores, sino que también suma vida a los pacientes al mejorar la eficacia y oportunidad de los tratamientos.
