El huracán Milton alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, su ubicación está a unos 130 kilómetros al noreste de Celestún y a 170 kilómetros al oeste de Progreso, ambas localidades de Yucatán.
Los pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) consideraron que tendrá vientos sostenidos de 280 kilómetros por hora, pero las rachas pueden alcanzar hasta los 330 kilómetros por hora; en contraste, su desplazamiento no supera los 15 kilómetros por hora.
¿Cómo se mide la intensidad de los huracanes?
Fue a inicio de la década de 1970 cuando el ingeniero civil Herber Saffir y el meteorólogo Robert Simpson desarrollaron la escala que lleva sus apellidos, cada una de las cinco categorías sirve para medir lo daños potenciales de los huracanes, para lo que se toma en cuenta la presión mínima, vientos y marea de tormenta causada por el sistema, entre otros factores.
Los daños mínimos ocurren en la categoría 1, con vientos de 118 a 152 kilómetros por hora, los cuales afectan árboles y arbustos, estructuras ligeras que no hayan sido aseguradas, destrucción parcial o total de algunos letreros mal instalados. Marejadas de que no superan el metro con 65 centímetros sobre lo normal. Inundación de caminos y carreteras en costas bajas, daños menores a los muelles y atracaderos.
Cuando el huracán alcanza la categoría 2 se espera que los vientos sean de los 153 a 178 kilómetros por hora, los árboles pueden caer, daños a casas móviles que estén en áreas expuestas. Destrucción parcial de algunos techos, puertas y ventanas.
Las estructuras y edificios construidos adecuadamente pueden tener daños menores, la marejadas pueden alcanzar poco más de dos metros y medio. Los caminos cerca de las costas se inundan, lo mismo que las marinas y es necesario evacuar a los residentes de las zonas bajas y costeras.
Los vientos de 179 a 209 kilómetros por hora se alcanzan en la categoría 3, la fuerza es tal que puede arrancar ramas de los árboles, derribar muchos de ellos al igual que anuncios y letreros, los edificios experimentan daños en techos, ventanas y puertas.
Las marejadas oscilan entre los tres y cuatro metros sobe lo normal, por lo que extensas zonas costeras se inundan y las edificaciones en esas zonas colapsan por la fuerza de la olas y escombros. Las vías de escape en terrenos bajos se interrumpen de tres a cinco horas antes de la llegada del centro del huracán debido a la subida de las aguas.
Los terrenos llanos de 1.65 metros o menos sobre el nivel del mar son inundados por más de 13 kilómetros tierra adentro. Posiblemente se requiera la evacuación de todos los residentes de terrenos bajos a lo largo de las zonas costeras.
Las condiciones empeoran cuando alcanzan la categoría 4, en ese caso los vientos son de 211 a 250 kilómetros por hora, los árboles no pueden resistir su intensidad y ceden, lo mismo ocurre con letreros y anuncios, la marejadas se elevan hasta los seis metros. Los terrenos llanos de 3.3 metros o menos sobre el nivel del mar son inundados hasta 10 kilómetros tierra adentro.
Los inmuebles cercanos a la costa sufren severos daños por las olas, inundaciones y acumulación de escombros; además de esto, las rutas de escape son interrumpidas por la subida de las aguas entre tres y cinco horas antes de la llegada del centro del huracán.
Se requerirá la evacuación masiva de todos los residentes dentro de un área de unos 500 metros de la costa y también de terrenos bajos, hasta tres kilómetros tierra adentro.
La última es la categoría 5, cuando los vientos superan los 250 kilómetros por hora, no hay árbol o arbusto que resista la fuerza del viento, muchos incluso son arrancados desde la raíz. Se produce el colapso total de techos y algunas paredes en residencias pequeñas.
Los letreros y anuncios son arrancados y arrojados a distancia considerable y causan aún más daños, las marejadas alcanzan hasta seis metros, los terrenos llanos se inundan más de 10 kilómetros tierra adentro.
Hay grandes daños a los pisos bajos de las estructuras cerca de las costas debido a las inundaciones y el batir de las olas llevando escombros. Las rutas de escape son interrumpidas por la subida de las aguas unas cinco horas antes de la llegada del centro del huracán.
Posiblemente se requiera la evacuación masiva de todos los residentes dentro de un área de unos 500 metros de la costa y también de terrenos bajos, hasta tres kilómetros tierra adentro.