Los padecimientos o problemas de salud mental alcanzan niveles alarmantes, se calcula que en México tres de cada diez personas padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida, y la mayor parte no recibe tratamiento adecuado.
Al respecto, la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, advirtió que uno de los mayores obstáculos para la atención es la falta de recursos, ya que menos del 2% del presupuesto federal destinado a salud se emplea en servicios de salud mental.
Este año, la Federación Mundial de Salud Mental estableció para el Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra este 10 de octubre, el lema “Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental”, lo que resalta la importancia de la reinserción social y la eliminación del estigma para abordar estos temas que repercuten de manera importante en el ámbito laboral.
A nivel global, se estima que más del 70% de las personas con problemas de salud mental no reciben tratamiento en países de ingresos bajos y medios, por lo que especialistas lanzan llamados a mejorar el acceso a estos servicios.
¿Qué hacer para mejorar la salud mental?
La maestra Monserrat Rodríguez León, académica de la Universidad Autónoma de Guadalajara, enfatiza la importancia de la nutrición en la salud mental.
Explica que una dieta equilibrada no solo beneficia al cuerpo, sino que también impacta directamente en el cerebro y en la producción la serotonina, que es un neurotransmisor esencial para regular las emociones.
Básicamente el incremento de la serotonina cerebral promueve la sensación de calma, mejora el sueño, incrementa la tolerancia al dolor y reduce los antojos por los alimentos ricos en carbohidratos.
La serotonina se produce a partir de un aminoácido que proviene de alimentos fuentes de proteína como el pollo, lácteos, huevo y leguminosas.
Estos se involucran en el crecimiento y desarrollo del cerebro e impactan las habilidades cognitivas, el vocabulario y la inteligencia de las personas.
Por eso el cerebro requiere de ácidos grasos que deben ser consumidos directamente de la dieta, por ejemplo a través de aguacate, semillas, nueces y pescados.
En contraste, una dieta poco saludable puede causar inflamación en ciertas partes del cerebro, lo que puede afectar de manera negativa las habilidades cognitivas, lo que dificulta la concentración o el recuerdo de las cosas, incluso puede llevar a desarrollar depresión.
Así, la especialista refiere que la conexión entre la salud intestinal y mental es clave, dado que un intestino saludable contribuye a una mejor función cerebral.
Desempeño profesional
La organización Voz Pro Salud Mental Ciudad de México alerta sobre los factores de riesgo en el ámbito laboral, como la carga excesiva de trabajo y el estrés, que afectan a siete de cada diez empleados en el país.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica el burnout como un síndrome creciente, que impacta al menos al 23% de los empleados a nivel mundial.
