El Congreso de la Ciudad de México solicitó a la Secretaría de Salud y a la Subsecretaría del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México realizar de manera constante –en los centros de reclusión-– todos los exámenes, incluidos tamizajes y mastografías, para la detección oportuna de cáncer de mama y, en su caso, proporcionar los tratamientos necesarios especialmente en el Centro Femenil de Reinserción Social Tepepan y Centro Femenil de Santa Martha Acatitla.
En el Congreso capitalino, la legisladora del Partido Verde (PVEM) destacó la importancia de que las autoridades federales y locales refuercen las campañas de información, durante el mes de octubre, respecto a la sensibilización del cáncer de mama, ofreciendo información en todas las cárceles del país, incluida de la CDMX, toda vez que hoy en día la enfermedad afecta a mujeres y hombres.
En un reciente punto de acuerdo, la legisladora del Distrito 24 de Iztapalapa se pronunció por “hacer visibles a las mujeres en estado de reclusión, porque en ninguna circunstancia deben quedar en estado de indefensión; tienen derecho a ser atendidas, a que se les realicen los estudios clínicos necesarios, mastografías y tratamientos adecuados en caso de ser requeridos”.
Rebeca Peralta recordó que en los Centro de Reclusión femeniles de la Capital hay casi mil 600 mujeres privadas de la libertad, de las cuales el 38 por ciento, aproximadamente, tiene más de 40 años, edad en la que se recomienda comenzar con este tipo de exámenes, exceptuando cuando se presenta algún síntoma previamente.
“La Lucha Contra el Cáncer debe ser permanente todo el año, todos los días y en todos los lugares, pero este mes se debe aprovechar para reforzar la concientización sobre este mal. Las mujeres en prisión no son mujeres de segunda ni de tercera, son mujeres que requieren acceso a estos servicios de salud y es lo que estamos pidiendo”.
— Rebeca Peralta
Abundo que el 58 por ciento de las mujeres encarceladas tiene al menos un hijo, situación que no incide en que sus familiares estén al tanto de su estado de salud, pues 8 de cada 10 son abandonadas por sus familias y no reciben visita de manera regular.
“Las mujeres privadas de la libertad sufren un doble castigo: el de reclusión por cometer un delito y el del abandono de sus familias. Esto provoca que en ocasiones ellas mismas se abandonen a tal grado de descuidar por completo su estado de salud, aquí es donde debe entrar el Gobierno”.
— Rebeca Peralta
Finalmente, la diputada destacó que, aunque la detección temprana del cáncer de mama no puede evitar la enfermedad, sí puede ayudar a encontrarla en sus etapas iniciales, cuando es más fácil de tratar, por lo que también exhortó a las mujeres en prisión a realizarse los estudios con oportunidad.
