Sergio Antonio Olvera, Jonathan Martínez y Yoselyn Soto demandaron a Pemex por los daños sufridos debido a la fuga de gas en la refinería Deer Park, en Texas, Estados Unidos, quienes exigen un millón de dólares por la reparación del daño, informaron agencias internacionales.
La empresa mexicana afirmó que desde el momento de la fuga de gas, el 10 de octubre, se llevaron a cabo las acciones necesarias para mitigar el riesgo, garantizar la seguridad en la planta y retomar las actividades habituales el mismo día.
Pemex minimizó la fuga, ya que “duró solo unos minutos”, la cual fue de ácido sulfhídrico desde la Unidad Regeneradora de Aminas en la refinería, durante labores de mantenimiento en esta unidad de proceso.
“Las tareas de contención comenzaron de inmediato, el equipo de la refinería bloqueó la línea y redujo significativamente las emisiones en aproximadamente una hora. La liberación de gases desde los equipos de proceso se mitigó y se detuvo en aproximadamente tres horas”.
Para extinguir la fuga de gas, se usaron tres quemadores de la refinería de Deer Park para controlar y abatir en su totalidad la liberación de gases, el Sistema Electrónico de Reporte Ambiental del Estado de Texas (STEERS) se encargo de estimar la emisión de contaminantes durante el evento.
Se revisó la calidad del aire para los compuestos ácido sulfhídrico y dióxido de azufre, no se detectó ningún impacto fuera del sitio durante todo el incidente; asimismo, las lecturas de monitoreo del aire en el perímetro de la refinería fueron de cero para estos compuestos.
Sobre los dos trabajadores que murieron, Pemex reservó su identidad porque estaban contratados por una empresa externa a la petrolera.
Además de los fallecidos, se reportaron 35 personas afectadas, de las cuales 13 recibieron atención hospitalaria, su estado de salud fue estable y estuvieron 24 horas bajo observación médica.
