DW en español

El exilio alemán que marcó al escritor chileno Antonio Skármeta

Antonio Skármeta, una de las principales figuras de la literatura chilena, falleció a los 83 años. Durante la dictadura de Pinochet huyó a Alemania, y más tarde fue embajador de su país en Berlín.Antonio Skármeta era un ícono en Chile. No solo recibió el Premio Nacional de Literatura en 2014, sino que fue galardonado mundialmente por su obra. "Nuestra comunidad universitaria despide con pesar a Antonio Skármeta Vranicic…", escribió en la red social X la Universidad de Chile, donde el autor estudió Filosofía y más tarde trabajó como académico. La causa de su muerte no fue revelada.

El Senado chileno guardó un minuto de silencio tras conocerse la noticia. "Efectivamente, mi padre falleció esta mañana. Fue un largo proceso que empezó hace años con Alzheimer y terminó en una muerte natural", confirmó su hijo Fabián Skármeta.

Escuela de la democracia

Publicidad

Antonio Skármeta nació el 7 de noviembre de 1940 en Antofagasta, ciudad del norte de Chile. Sus abuelos habían emigrado de Croacia a Chile poco antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial. En su novela "La boda del poeta" cuenta su historia. Muchos de sus libros son autobiográficos. Y muchos tratan de la migración y el exilio, uno de los temas de su vida.

Estudió en el Instituto Nacional de Chile, el colegio para varones más prestigioso del país. En 2017 dijo a DW que la institución marcó su vida: "Me enseñó lo que es la democracia. Venían alumnos de todas las clases sociales: de los barrios pobres, de la clase media y de las zonas ricas. Eso explica mi literatura... y también mis posiciones políticas".

Migración y exilio, tema central

Antonio Skármeta, que vivió temporalmente en Estados Unidos, se vio obligado a abandonar Chile por sus ideas políticas: en la década de 1970, apoyó al presidente socialista Salvador Allende, que había sido elegido democráticamente y fue derrocado por Augusto Pinochet en 1973. El mismo día del golpe, el 11 de septiembre de 1973, Allende se quitó la vida en el palacio presidencial de La Moneda.


En los meses y años siguientes, numerosos artistas, intelectuales y opositores a Pinochet fueron torturados o asesinados. El cantautor Víctor Jara fue asesinado a tiros en un estadio deportivo y el poeta chileno Pablo Neruda, amigo de Skármeta, murió, días después, en el hospital. Hasta el día de hoy, la familia de Neruda cree que el poeta fue envenenado. Numerosos intelectuales abandonaron el país, entre ellos la célebre escritora Isabel Allende.

Antonio Skármeta también decidió abandonar Chile. Con una beca del DAAD, el Servicio Alemán de Intercambio Académico, llegó a Berlín en 1974, acompañado de su primera mujer y sus dos hijos pequeños.

En Berlín, comenzó a escribir sobre sus nuevas experiencias. En "No pasó nada", describe el difícil equilibrio entre el viejo y el nuevo mundo a través de los ojos de un adolescente. La historia de una familia desgarrada en el exilio: su historia.

El pueblo que ama a sus poetas

También fue en Berlín donde escribió la novela que le dio fama mundial: "Ardiente Paciencia". Con la historia del cartero al que un poeta ayuda a conquistar al amor de su vida con versos románticos, creó un monumento literario a Pablo Neruda. "También es un libro sobre un poeta y su pueblo", dijo Skármeta, y agregó: "Pablo Neruda tenía una relación muy especial con el pueblo. Yo lo presencié a menudo".

Contó, por ejemplo, cómo la gente de una pequeña localidad pidió una vez a Neruda que recitara poemas, poemas que estos campesinos y artesanos conocían y amaban. "Ardiente paciencia", apuntó Skármeta, "es también la historia de un poeta que ama a su pueblo, y de un pueblo que ama a su poeta".


Después de 16 años de exilio berlinés, Antonio Skármeta regresó a Chile en 1989, tras el fin de la dictadura de Pinochet. Lo acompañaron su segunda esposa, alemana, y sus dos hijos menores. Los dos mayores decidieron quedarse en Berlín.

Regreso a un Chile dividido

La dictadura había sumergido en el caos al país que tanto amó a sus poetas. Los chilenos que regresaron del exilio, como Antonio Skármeta, intentaron utilizar la cultura para ayudar a reconstruir la democracia. Y es que, en los años 90, "la democracia chilena era todavía muy inestable", recordó Skármeta. "Había un presidente elegido democráticamente, pero Pinochet seguía siendo el comandante militar". Pinochet murió en 2006 sin rendir nunca cuentas por los crímenes de la dictadura.

Publicidad

Skármeta también condujo un programa literario en la televisión chilena en la década de 1990, "El show de los libros", y regresó a Alemania una vez más en el año 2000. Fue embajador chileno en Berlín hasta 2003.

En 2014, recibió el premio literario más importante de su país, el Premio Nacional de Literatura de Chile, pero, debido a su enfermedad, no pudo incorporarse al jurado al año siguiente.

Antonio Skármeta falleció en Santiago de Chile. El presidente Gabriel Boric escribió en X: "Gracias maestro por la vida vivida. Por los cuentos, las novelas y el teatro. Por el compromiso político. Por el 'Show de los Libros' que amplió las fronteras de la literatura".

Publicidad

(vt/cp)

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último