Es posible que haya leído en publicaciones de redes sociales o escuchado el término “bebé arcoíris”. Este término tan especial se utiliza para describir a un bebé nacido después de la pérdida de un hijo anterior, ya sea por aborto espontáneo, muerte fetal o neonatal.
El concepto de ‘bebé arcoíris’ lleva consigo un profundo simbolismo: así como el arcoíris aparece tras una tormenta, trayendo luz y esperanza después de momentos oscuros, estos bebés representan una nueva oportunidad de alegría para los padres que han atravesado el dolor de perder un hijo.
En la Biblia, el arcoíris es el símbolo que Dios ofreció a Noé después del diluvio como promesa de renacimiento. Para algunos padres, un bebé arcoíris es, sin duda, un milagro.
¿Cómo es el nacimiento de un bebé arcoíris?
Algunos padres solo logran tener su bebé tras años de tratamientos de fertilidad y múltiples pérdidas desgarradoras. El camino hacia la llegada de un ‘bebé arcoíris’ está a menudo lleno de emociones contradictorias. Los padres experimentan una mezcla de sentimientos que van desde la felicidad y el alivio hasta el temor y la ansiedad.
Mientras celebran la llegada de un nuevo bebé, también pueden cargar con el duelo por el hijo que perdieron. Por esta razón, estos bebés son vistos como un regalo, una señal de esperanza que ayuda a sanar emocionalmente.
Bebé arcoíris de Fichis y Paola
Recientemente, Fichis, hermano de la popular influencer Yuya, y su esposa Paola Poulian compartieron en sus redes sociales la llegada de sus bebés arcoíris a través de un conmovedor video. La pareja dio la bienvenida a los nuevos integrantes de la familia tras someterse a un tratamiento de fertilización in vitro, luego de la pérdida de sus bebés en el embarazo anterior.
La noticia de la llegada de sus hijos ha emocionado a sus seguidores, quienes han estado al tanto del embarazo de la pareja.
Los padres de bebés arcoíris a menudo buscan formas de honrar la memoria del niño que perdieron, realizando gestos como plantar un jardín conmemorativo o hablar con su bebé arcoíris sobre su hermano que falleció. Este acto de recordar y celebrar al hijo perdido se convierte en una parte importante de su proceso de sanación.