Mauricio Farah Gebara, secretario general de la Cámara de Diputados, negó que se haya corrido a 700 trabajadores, como acusó el grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT) quien incluso acusó a Morena de estar detrás del despido masivo durante octubre.
“El dato de que hay 700 despidos me parece absolutamente falso, lo primero que tenemos que hacer todos es conducirnos con la verdad”, declaró a los medios de comunicación.
Incluso dijo que si alguien prueba que se concretaron todos esos despidos, presenta su renuncia de manera irrevocable a su cargo en ese recinto legislativo, pero si no es así, que se ofrezca una disculpa por dar datos erróneos.
Aunque reconoció que sí se ha despedido a varios trabajadores, negó que sea esa cantidad y justificó los motivos para terminar con la relación laboral, uno de ellos es que acudían en horarios que les convenían y no en los que deberían.
Recordó que él ingresó a Cámara de Diputados con el voto unánime de los legisladores, el 2 de octubre, para cumplir con una función y una responsabilidad. “Si a partir del 2 de octubre hay 700 despidos, yo ofrezco mi renuncia”, dijo.
Aunque no especificó si se refería a diputados del PT o Morena, dijo que algunos trabajadores estaban vinculados con ellos y con cargo a la nómina de la Cámara de Diputados, “pero muchos no venían o simplemente venían en los horarios que ellos querían”.
Añadió: “Por eso pregunto: ¿Será que más bien quieren 700 personas trabajando con ellos? Porque esa sería otra cosa. No lo sé, yo hago la pregunta, no me atrevo a hacer infundios, como parecería que ayer los hicieron”, cuestionó.
Partido del Trabajo pide respeto a derechos laborales
Según la denuncia hecha por la bancada del PT, los despidos fueron para que los legisladores de Morena contrataran a sus amigos. “Basta de meter a las novias y a las amantes. Que las plazas sean para personal con experiencia, no personas con cara bonita”, manifestó su molestia la diputada Margarita García.
Añadió que fue Farah Gebara el que ordenó el despido de 50 personas por área, con el argumento que ocupan plazas de confianza, aunque tuvieran antigüedad de hasta 20 años, o porque se hará una reestructura de la plantilla laboral, pero inmediatamente como termina la relación laboral, contratan a otras personas.
“Sus derechos son condenados a la incertidumbre y, en algunos casos, ponen en riesgo la jubilación, como podrán imaginar, hay compañeros que con esos 20 años de servicios estaban próximos a su retiro”.