Un momento bochornoso fue el que vivió el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, cuando quedó atrapado en un elevador de la Cámara de Diputados, junto con Ricardo Monreal y otros legisladores, previo a una reunión “privada”.
La falla técnica fue rápidamente atendida por personal de Protección Civil, y todos los involucrados fueron liberados sin incidentes, lo que no se puede decir de la situación que vive la entidad gobernada por el morenista y los escándalos en los que se ha visto envuelto el mandatario por su presunto vínculo con el crimen organizado.
El 22 de octubre, volantes lanzados desde una avioneta en Culiacán advertían que “Los Mayos” planean derrocar la administración de Rocha Moya, a quien acusan de colaborar con “Los Chapitos”. El mensaje, firmado por “La Mayiza”, destaca la intención de restablecer el orden en la región y la necesidad de denunciar actos de corrupción asociados al gobierno estatal.
Lujoso estilo de vida entre la crisis y la violencia
Recientemente, la controversia se intensificó con las recientes críticas hacia Rocha Moya por su lujoso estilo de vida, a pesar de los discursos de austeridad de su administración y de la 4T. Publicaciones en redes sociales han destacado su vestimenta, que incluye prendas de alto costo, lo que ha generado malestar entre la población que enfrenta una situación de inseguridad y crisis económica.
De acuerdo con el creador de contenido, Vampipe, el mandatario estatal ha sido captado con prendas cuyo costo supera los 20 mil pesos, tal es el caso de unos tenis marca Hermes con un valor de 21 mil pesos, además de unas chamarras de piel, marca Zegna cada una con un precio de 33 mil 500 pesos.
Por otro lado, el 21 de septiembre, mientras en Sinaloa grupos rivales se enfrentaban en las calles, en redes sociales comenzó a circular una imagen en la que se apreciaba a Rubén Rocha Moya comiendo en un restaurante de la Ciudad de México, ubicado específicamente en Polanco, una de las colonias más exclusivas de la capital del país; sin embargo, no se confirmó que dicha fotografía haya sido tomada el mismo día que apareció en redes, pero eso no detuvo para que los internautas lo criticaran severamente sobre lo que aún ocurre en la entidad.
La combinación de estos escándalos y la violencia en Sinaloa plantea un grave desafío para el gobierno estatal, mientras la percepción de corrupción y complicidad con el crimen organizado se vuelve cada vez más común entre los ciudadanos. La presión aumenta sobre Rubén Rocha Moya para que responda a las demandas de seguridad y transparencia en un estado que sigue lidiando con la incertidumbre y el miedo.
