La muerte es una realidad inevitable que, aunque a algunos les llega antes que a otros, siempre está presente. En el Estado de México, las estadísticas revelan un panorama alarmante sobre las causas de muerte que afectan a sus habitantes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las enfermedades del corazón y la diabetes mellitus son las principales responsables de las muertes en la entidad, seguidas por los tumores malignos.
Rubén Montenegro, médico general consultado por El Universal, destacó que la diabetes se ha convertido en un “mal silencioso”, afectando a una gran parte de la población mexiquense.
En ese contexto, es importante mencionar que muchas personas no detectan los signos de alarma o no siguen los cuidados necesarios tras ser diagnosticadas, lo que agrava su condición.
En el primer trimestre de 2023, se registraron 5 mil 883 muertes por enfermedades del corazón y 4 mil 641 por diabetes, lo que subraya la urgente necesidad de mayor conciencia y atención en la salud pública.
Tumores malignos, otra gran preocupación
Además de estas condiciones, los tumores malignos son otra gran mal que aqueja a los habitantes del Estado de México, con 2 mil 923 casos reportados en el mismo periodo. Otras causas significativas de defunción incluyen enfermedades del hígado, con mil 482 muertes, y enfermedades respiratorias como la influenza y la neumonía, que causaron mil 276 fallecimientos.
Otro dato que arrojaron las estadísticas del Inegi es que la mayor parte de estas muertes se concentró en personas de 65 años y más, un grupo poblacional que requiere atención y cuidados específicos para mejorar su calidad de vida.
Los jóvenes no se salvan
Sin embargo, en la población joven, las estadísticas son igualmente inquietantes. Los homicidios se han convertido en la principal causa de muerte, seguidos por accidentes, reflejando la violencia y los riesgos que enfrentan los jóvenes mexiquenses.
El Estado de México enfrenta desafíos significativos en cuanto a la salud de su población. La prevención y la detección temprana son clave para reducir las tasas de mortalidad asociadas con enfermedades como la diabetes y las afecciones cardiovasculares. Promover un estilo de vida saludable y un mejor acceso a servicios médicos son pasos cruciales hacia un futuro más saludable para los mexiquenses.