Un trágico suceso ocurrió en pleno Día de Muertos en un panteón de Tamaulipas, donde un hombre de aproximadamente 60 años falleció mientras visitaba la tumba de su hijo. Este conmovedor momento, que debería ser de homenaje y recuerdo, se tornó en luto para su familia.
De acuerdo con los primeros informes, el hombre se encontraba acompañado por varios familiares en el cementerio privado de Tancol, en el municipio de Tampico. En medio de la solemnidad de la fecha, el hombre se desvaneció de manera repentina al pie de la tumba, generando una atmósfera de preocupación y confusión entre sus seres queridos.
Ante dicha situación de emergencia, los familiares llamaron al 911, y posteriormente una ambulancia de la Cruz Roja llegó hasta el mencionado panteón.
A la llegada de los paramédicos, éstos comprobaron que el hombre ya no presentaba signos vitales, lo que dejó a su familia en un profundo estado de shock. La festividad del Día de Muertos, que habitualmente se celebra con cierta alegría y recuerdos de quienes se han adelantado en el camino, se transformó en una experiencia dolorosa para esta familia de Tampico, Tamaulipas.
Tras el hecho, el personal de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas llegó al panteón para investigar lo sucedido; el cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para realizar las diligencias correspondientes.
¿Cómo se festeja el Día de Muertos en México?
El 1 y 2 de noviembre es una celebración rica en tradiciones y simbolismo, que honra a los seres queridos que han fallecido.
En gran parte de los hogares mexicanos, plazas públicas y cementerios se montan altares decorados con fotografías, comida, bebida y objetos personales de los difuntos. Estos altares suelen incluir elementos como flores de cempasúchil, velas, sal, agua y papel picado.
Las familias suelen visitar las tumbas de sus seres queridos, limpiándolas y decorándolas con flores. Algunas personas pasan la noche en el cementerio, compartiendo recuerdos y comida que era del agrado de los difuntos, como mole, tamales y, por supuesto, pan de muerto.
Otro elemento característico de las ofrendas son las calaveras, tanto de azúcar como de chocolate, son sencillamente símbolos icónicos de la celebración con colores vivos y pueden llevar el nombre del difunto.
