No solo tiene el mismo apellido, sino que es pariente del célebre escritor. Pero la meta de Oliver Goethe es triunfar en la Fórmula 1. En entrevista con DW, el joven piloto alemán cuenta sobre su pasión.El apellido lo lleva con orgullo y no como una carga. Sin embargo, su camino está lejos de las letras. Aunque Oliver Goethe está emparentado con el gran escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe, lo suyo es la velocidad, y su sueño, triunfar en la principal competición mundial del automovilismo, como sus compatriotas Michael Schumacher y Sebastian Vettel.
El joven de 20 años, de padre alemán y madre danesa, debutó recientemente en la Fórmula 2, la segunda categoría de monoplazas, a donde llegó para ocupar el espacio que dejó el argentino Franco Colapinto, quien subió a la Fórmula 1 en septiembre.
El ascenso de Goethe, cuando llevaba buena parte de la temporada luchando por el campeonato de Fórmula 3 abrió para él una gran oportunidad. "Esto significa mucho. Es un paso más que me acerca a mi gran sueño. Es tan cerca y tan lejos”, dice en entrevista con DW.
Nació en 2004 en Londres y pasó allí sus primeros años. Luego se mudó a Mónaco, sede de uno de los circuitos más famosos. Desde pequeño quiso seguir los pasos de su padre, Roald, también piloto, quien ha competido en Le Mans. "Cuando era niño corría carreras de karting con mi familia, por diversión, y empecé a participar en competencias cuando tenía 9 años. Fue mi padre quien me introdujo en las carreras”, relata.
Desde entonces no paró. Siguió ascendiendo en diferentes categorías, en 2022 ganó la Eurofórmula Open y en 2023 ingresó al Red Bull Junior Team, la academia de jóvenes pilotos donde se han formado estrellas como Vettel y el neerlandés Max Verstappen. Actualmente es parte del equipo MP Motorsport.
Aunque corre hace más de diez años y en la pista supera los 300 km por hora, no es lo mismo en las calles. Acaba de obtener su licencia de conducir, que entre las horas de práctica que demanda, las exigencias deportivas y viajes a carreras en distintos países del mundo, tomó más tiempo de lo que esperaba. "Afortunadamente aprobé en el primer intento”, comenta.
La vida de Goethe, entre carreras y entrenamientos
Con bandera alemana y apellido famos, la vida de Oliver Goethe transcurre a toda velocidad. Cuando está en Mónaco entrena casi todos los días. Ahora que terminó el colegio se dedica por entero al automovilismo. "Era difícil balancear la escuela y las carreras. Me perdí muchas clases y exámenes, pero logré terminar bien, con buenas calificaciones. Ahora me puedo concentrar más en las carreras y en entrenar”, señala.
El joven corre con bandera alemana y su nombre no pasa inadvertido. "Realmente me encanta representar a Alemania. Tengo un apellido famoso y para mí es muy especial. Mi familia en Alemania me contó cuando era niño que estábamos emparentados y pienso que es genial”, dice en referencia al poeta, dramaturgo y novelista, autor de clásicos de la literatura universal como Fausto, además de filósofo y naturalista.
"Es uno de los más grandes escritores de todos los tiempos, pero no solo eso, hizo mucho más en su vida. Es un nombre tan grande, oyes sobre él en toda Europa. Y es genial para mí, porque son mundos completamente distintos. Poesía y carreras de autos, casi polos opuestos”, afirma.
En el automovilismo, Alemania también ha hecho historia. Schumacher fue siete veces campeón del mundo y Vettel obtuvo cuatro títulos. "Son los dos más grandes pilotos alemanes de todos los tiempos y dos nombres gigantes en el mundo de la F1”, subraya.
En 2010, Vettel obtuvo su primer título, cuando Goethe tenía 6 años. El joven creció alentando a su ídolo y viendo sus triunfos: "Admiro lo que hizo. Tengo un camino similar a él, también fue Red Bull Junior, y la meta es llegar a hacer lo que él hizo. Además, me gusta mucho su personalidad”.
De la competencia actual destaca a Verstappen: "Realmente admiro su mentalidad y esa suerte de agresividad. La forma en que quiere demostrar que es el mejor es impresionante”. Sobre sí mismo, el corredor alemán observa: "Soy bastante agresivo, pero también soy un piloto inteligente”.
Hasta ahora ha corrido dos carreras en la F2, sin ganar puntos, y le quedan otras dos este año: "Es difícil entrar en la mitad de la temporada, sin experiencia previa con el auto. Saltar directo a la carrera es un gran paso, hay mucho que aprender y sumar experiencia para el próximo año”.
Luchar por una oportunidad
"Es muy difícil entrar en la F1, y que Franco ya esté ahí para mí es muy especial, porque unos pocos meses atrás él estaba en la misma posición en que yo estoy ahora”, señala Goethe sobre el sorpresivo debut de Colapinto, con quien fue compañero de equipo y tienen la misma empresa como representante.
Es el primer argentino en la máxima categoría del automovilismo después en 23 años y ha desatado la euforia entre los fanáticos del país sudamericano. Es además la gran sorpresa, pues incluso ha sumado puntos.
"Conozco a Franco personalmente desde hace algunos años y nos mantenemos en contacto. Ha sido muy competitivo desde el principio, es muy impresionante. Está haciendo un gran trabajo y representando muy bien a la generación joven de pilotos. Somos una generación fuerte y, aunque es difícil, ojalá muchos de nosotros podamos entrar a la F1”.
La competencia es dura. Solo 20 pilotos integran la parrilla cada temporada. "Ese es mi sueño y mi meta. Sé que soy capaz de lograrlo y estoy trabajando muy duro para ello. El próximo es un gran año para mí en términos de conseguir resultados. Llegué al séptimo lugar en F3 este año, pero para entrar a la F1 necesitas llegar más alto. Voy a luchar en el campeonato para conseguir una oportunidad. A partir de ahí, todo puede pasar”.
Oliver Goethe no le teme al desafío: "Por supuesto hay mucha presión, pero al final del día, pienso que esta es la vida de mis sueños, ser un piloto de carreras. Lo estoy disfrutando tanto, que no es demasiado estresante para mí. Me enfoco en disfrutar el momento. A fin de cuentas, tenemos que amar lo que estamos haciendo, y yo lo amo”.
(cp)