DW en español

Anillos de boda Mokume Gane: joyas japonesas para la felicidad

Michael von Hobe, un apasionado autodidacta que descubrió la técnica del Mokume Gane hace 20 años, relata su trayectora y cuenta sobre los anillos de boda forjados para la felicidad.Cuando Michael Andrés von Hobe forja los metales, lo hace con precisión. Es un artesano y joyero independiente, pero en Alemania no se le permite llevar el título oficial de orfebre porque, para hacerlo, tendría que haber realizado una formación en este país. Su madre es chilena y su padre alemán. Habla ambos idiomas con fluidez y tiene la doble nacionalidad.

Hoy tiene 49 años. De niño y adolescente creció la mayor parte del tiempo en América Latina, sobre todo en Chile, y ahora vive en Berlín. Su taller está situado en lo que era antiguamente el este de la ciudad, en el Heckmann Höfe de la calle Oranienburger Straße, un conocido punto de reunión de artistas y artesanos.

Allí elabora joyas con una técnica muy especial, el Mokume Gane. Se trata de una técnica tradicional japonesa que crea patrones únicos que se asemejan a las texturas de la madera: "Es una técnica de forja japonesa. Su particularidad es que combinas diferentes metales entre sí. La función del proceso de difusión en estado sólido es que une los metales muy por debajo del punto de fusión. Las moléculas empiezan a 'bailar', lo que crea una conexión", explica Michael von Hobe en entrevista con DW. "Trabajo con todos los metales preciosos, y también con metales no preciosos, pero especialmente con todo lo que concierne al oro, al platino, al paladio, a la plata, en todas las combinaciones, en todas las aleaciones metálicas".

Publicidad

La técnica japonesa Mokume Gane es realmente especial

Veinte años atrás, Michael se topó por casualidad con la técnica Mokume Gane, y esta despertó su curiosidad. Así que aprendió la técnica como autodidacta. Mokume Gane tienen mucha acogida en Alemania. "La fabricación artesanal es muy apreciada y reconocida en Alemania. En Chile no es así. Allí es más importante que algo sea costoso, con mucho brillo, lo principal es que sea caro. Si no tienes tres vigilantes de seguridad en la entrada de tu local, tus joyas no son valiosas. No tendrán acogida", explica.

Michael aprendió orfebrería en Chile, primero de un orfebre chileno y luego de uno alemán. "Donde el orfebre alemán, el diseño era más minimalista, con bordes claros, todo perfecto. Algo completamente diferente", describe.

Chile es rico en minerales: allí se extrajo y se extrae cobre, plata y oro. El orfebre chileno con el que Michael trabajó elaboraba joyas mapuches, con grandes colgantes para trajes tradicionales, aretes y pulseras.


"Básicamente, todo lo que los mapuches hicieron en esa época siempre fue sobredimensionado, de toda la plata obtuvieron los españoles en ese momento. Desafortunadamente, eso no tuvo éxito en Chile. Evidentemente, todo lo autóctono no es apreciado en un principio. Los mapuches siempre han sido una piedra en el zapato porque son un pueblo combativo, y los españoles no eran rivales para ellos. Lucharon contra ellos durante 100 años. Los incas tampoco pudieron luchar contra los mapuches, y los mapuches todavía están allí".

¿Volver a Chile o quedarse en Berlín?

Michael viaja a menudo en su tierra natal chilena, ya que su madre y su hermana todavía viven allí. "Es un país hermoso, creo que podría atracar allí de nuevo. Pero, por supuesto, el país está realmente muy lejos. Todavía tienes las montañas de siete mil metros, y detrás de ellas tienes el Pacífico. A lo mejor, cuando sea mayor, me iré a la Patagonia, a la Pampa o a Chiloé, no sé", cuenta.

Por el momento, sin embargo, sigue sintiéndose arraigado a Berlín porque sus dos hijas, de 8 y 15 años, viven aquí. Ambas van a una escuela de habla hispana para que también puedan dominar sus dos idiomas. Él mismo fue a una escuela alemana en Chile. Allí también conoció a Roberto Yáñez, nieto de Erich Honecker, el último presidente del Consejo de Estado de la República Democrática Alemana (RDA), que tuvo que trasladarse con sus padres de Berlín Oriental a Chile en 1990, a los 15 años, tras el colapso de la RDA.

El orfebre de la fortuna

Michael seguirá dedicándose a su arte y permanecerá en Berlín por el momento. "Me especializo en anillos de boda, porque es algo que se necesita una vez en la vida. O a veces con más frecuencia. Y las personas desean encontrar una joya especial".


También ofrece a las parejas la posibilidad de forjar sus propios anillos de bodas en su taller. "Es para que ellos mismos puedan hacerlo. Se trata de anillos más clásicos, es decir, simplemente anillos monocromáticos. Y eso es un verdadero acontecimiento para las parejas: que ellos mismos puedan forjar su propia felicidad".

(hmcc/cp)

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último