El exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo, consideró poco probable que la Gigafactory de Tesla se instale en Nuevo León, incluso si los resultados de las elecciones en Estados Unidos hubieran sido favorables para Kamala Harris.
En entrevista para Milenio, el exfuncionario del sexenio de Enrique Peña Nieto, mencionó lo anterior después de que Elon Musk, CEO de la empresa automotriz, suspendiera la posibilidad de la llegada de la planta a la entidad, citando el contexto electoral del país.
De esta manera, Guajardo insinuó que el hecho de que la Gigafactory se instalara en Nuevo León estuvo influenciada por las atenciones que Musk recibió por parte del gobernador de Nuevo León, Samuel García, y su esposa, Mariana Rodríguez.
Esto porque según el exsecretario, Musk “actúa en función de reacciones, pues de su estado de ánimo”, y añadió que los halagos y la amabilidad del gobernador y su esposa podrían haber influido en el entusiasmo del empresario. Sin embargo, el exsecretario cuestionó la seriedad del proyecto, sugiriendo que Musk no tenía bien pensada la decisión, lo que llevó a la posterior cancelación.
Amabilidad aplastada por política proteccionista
Más allá de las posibles relaciones personales, la suspensión de la instalación de la planta de Tesla parece estar ligada a factores políticos más profundos. Durante la conversación, Guajardo mencionó que en caso de que Donald Trump ganara nuevamente la presidencia, situación que se confirmó este miércoles, la instalación de la planta en México podría ser contraproducente para Tesla, dado el enfoque proteccionista de Trump.
En caso de que la ganadora hubiera sido Kamala Harris, Guajardo advirtió que la relación entre Musk y el gobierno estadounidense podría haber sido más tensa, dado el historial de confrontación entre los demócratas y el CEO de Tesla.
Finalmente, Ildefonso Guajardo lamentó que el gobierno de Nuevo León no haya establecido alguna penalización formal en caso de que el proyecto de Tesla no se concretara. En ese sentido, recordó cuando la empresa Ford planeaba instalar una planta en San Luis Potosí, el gobierno estatal firmó un acuerdo en el que se incluía una multa por la cancelación del proyecto, lo cual, según Guajardo, “nos permitió cobrar cerca de 100 millones de dólares” debido a la cancelación por las amenazas del presidente electo, Donald Trump.