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Violencia en Haití: ¿qué significaría calificar a las pandillas de "terroristas"?

La calificación de las pandillas haitianas como "terroristas" no tendría un impacto inmediato, pero sí en caso de tener que negociar con esas bandas en el futuro, evalúa experta del International Crisis Group.Un día después de la destitución del primer ministro interino de Haití, Garry Conille, un avión de Spirit Airlines que partió desde Fort Lauderdale, Florida, EE. UU., y se dirigía al aeropuerto Toussaint Louverture, de Puerto Príncipe, fue baleado por hombres armados este lunes (11.11.2024).

El piloto logró desviar al avión hacia el este poco antes de un aterrizaje seguro en República Dominicana, y luego de un ataque que podría haber provocado una tragedia de gran magnitud.

El presidente dominicano, Luis Abinader, llamó a declarar a las bandas haitianas como "terroristas".

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El ataque armado al vuelo 951 de Spirit Airlines parece marcar el inicio de una nueva escalada de violencia en Haití. La destitución del primer ministro interino Conille y el nombramiento del empresario Alix Didier Fils-Aime como nuevo primer ministro aumentan la tensión política interna, mientras los grupos de pandilleros armados ya amenazaron con una nueva ola de terror.

Crisis de seguridad, vinculada a crisis política en Haití

A pesar de la presencia, desde junio de 2024, de fuerzas de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad de Haití (MSS), aprobada por la ONU y liderada por Kenia, la violencia de las pandillas que controlan Puerto Príncipe y otros lugares del país parece imposible de frenar.

La directora para América Latina y el Caribe del grupo de expertos International Crisis Group (ICG), Renata Segura, dice a DW: "Había preocupación desde hace meses por la posibilidad de un quiebre en el Gobierno transicional, en particular, por la lucha para controlar ciertos ministerios. Claramente, hay una relación entre la crisis política y la crisis de seguridad en Haití".


Según medios, las disputas en el Consejo Presidencial de Transición (CPT) se habrían originado por acusaciones de corrupción contra tres de sus miembros, y por la negativa de Conille de reestructurar ministerios. Y la designación de Alix Didier Fils Aime también provoca controversia en torno a su legalidad.

Más de 10.000 personas han muerto en Haití debido al accionar criminal de las pandillas, y unos 700.000 haitianos han tenido que desplazarse forzosamente en los últimos tres años. La MSS, con algo más de 380 agentes de policía kenianos y 30 soldados de Bahamas, Belice y Jamaica no logra debilitar, ni mucho menos desmantelar a las pandillas, según el International Crisis Group.

Desde junio, y hasta comienzos de octubre, las pandillas parecían haberse retirado de la escena, agrega la experta. Como si estuvieran esperando para evaluar "qué tan efectiva iba a ser la misión internacional liderada por Kenia".

Pero, destaca Segura, "con sólo 400 efectivos y sin dotaciones de armas y recursos militares, las pandillas ya decidieron que el MSS no es un enemigo suficientemente poderoso". Es decir, que la lucha de las bandas de delincuencia organizada por el control del territorio continúa hacia otras ciudades, mientras ya controlan casi el 80 por ciento de la capital, Puerto Príncipe.

Los ataques contra aviones tendrían como fin obstaculizar la actividad en el aeropuerto de Toussaint Louverture, algo que las bandas ya habían intentado en febrero pasado. "De esa forma, quieren volver a paralizar el país", afirma Segura.

Calificación de pandillas como "terroristas”: ¿una medida con impacto?


A pesar de que aún no está claro cómo se implementaría la medida y qué significaría en detalle, ¿podría una calificación de las bandas haitianas como "terroristas" mejorar la seguridad en el país más pobre de las Américas? "Depende de qué estemos hablando", responde la experta. "¿Estamos hablando de qué pasaría si Estados Unidos las declara terroristas, o de si la ONU las declara terroristas?” Estados Unidos tiene un largo historial en cuanto a declarar a grupos violentos como "terroristas": lo hizo con la Mara Salvatrucha en El Salvador y, en una época, con las FARC colombianas, indica.

Sin embargo, "el ejemplo de Colombia muestra claramente que es mucho más fácil poner a grupos en una lista de terrorismo que sacarlos de ella, algo que demora mucho más, lo cual podría llegar a impedir una negociación política con esos grupos, si los haitianos decidieran que negociar es una opción adecuada", puntualiza.

Para Segura, la declaración del presidente dominicano Abinader "no parece ser una propuesta formulada en detalle", añade, sino "una reacción visceral" ante el ataque. "No creo que una declaración así tenga un impacto positivo en lo inmediato" para frenar la violencia de los pandilleros, subraya a directora para América Latina y el Caribe del grupo de expertos International Crisis Group.

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De cara al futuro, la experta sostiene que "si se quiere erradicar la violencia en Haití, en algún momento habrá que llegar a negociaciones con las pandillas, y si están en una lista de grupos terroristas, eso puede complicar bastante las cosas".

Peleas políticas internas y "fatiga" de la ayuda internacional

Actualmente, EE. UU. está tratando de que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución sobre una misión de paz de los Cascos Azules en Haití, "y es muy improbable que se produzca esa resolución si el Consejo percibe que hay una gran crisis política interna", remarca la estudiosa del ICG.

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Pero, ¿podría tener éxito una misión de Cascos Azules de la ONU, con una financiación estable, en un Haití sobrepasado por la criminalidad y la impunidad? "En realidad, no, porque esta lucha, por el momento, la están dominando las pandillas", advierte Renata Segura.

La MSS actual no cuenta con financiación estable, y la mayoría de los recursos donados voluntariamente provienen de EE. UU., seguido de Canadá, y con una muy reducida participación de Francia.

En la comunidad internacional se percibe "una fatiga en cuanto a Hatí", que va de crisis en crisis desde hace décadas, dice la experta. En todo el mundo, la guerra rusa en Ucrania, la crisis en Oriente Medio y también en Sudán acaparan la atención y los recursos. Y si esos recursos por parte de EE. UU. para financiar una misión de paz de la ONU no aparecen hasta el 20 de enero, día de la asunción de Trump, "es posible que EE. UU. deje de tener ese papel preponderante que ha tenido en Haití en los últimos años", pronostica. Está por verse si Canadá tomaría la batuta.

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A juicio de Segura, "a menos que la comunidad internacional realmente decida poner todos sus esfuerzos en misiones multinacionales, a menos que haya donaciones de dinero sustanciales en el corto plazo, y ofertas de enviar a miembros de la Policía y el Ejército, es bastante improbable que la MSS pueda realmente poner coto eficazmente a la violencia. Son 400 efectivos versus 12.000 miembros de las pandillas que están dispersos por todo el país".

(rml)

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