En las recientes elecciones de Estados Unidos, Donald Trump logró la victoria gracias a una base de votantes diversa: latinos, afroamericanos, migrantes y asiáticos, pero ¿Por qué lo apoyaron a pesar de su discurso polarizante y sus propuestas extremas?
La razón, según Carolina Hernández, colaboradora de Latinus, es que estos votantes priorizaron las soluciones inmediatas a problemas económicos urgentes por encima de los discursos políticos más complejos. Para ellos, lo que importa es la promesa de seguridad económica inmediata, no la mejora macroeconómica a largo plazo.
¿Pasó lo mismo en México?
Este fenómeno no es exclusivo de Estados Unidos. De acuerdo con la periodista, en México, el triunfo de Claudia Sheinbaum en las pasadas elecciones se puede explicar bajo un esquema similar. La exjefa de Gobierno de la Ciudad de México se apoyó en los programas sociales impulsados por la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que han sido fundamentales para ganar la simpatía de una parte significativa de la población.
En ese sentido, al igual que Trump, Sheinbaum centró su campaña en promesas de bienestar inmediato: aumento en el salario mínimo y apoyos sociales directos que mejoran la vida diaria de las personas, como las “Becas del bienestar”. A pesar de las críticas sobre la macroeconomía, en la que el PIB de México creció por debajo del promedio, el salario mínimo aumentó y esto se tradujo en un alivio tangible para millones de mexicanos.
¿Soluciones rápidas?
El populismo se alimenta de esa desesperación por soluciones rápidas, en tiempos de crisis. Los votantes, desilusionados por la lentitud y la falta de resultados inmediatos en las democracias, se sienten atraídos por líderes que prometen cambios rápidos y simples.
“Voy a acabar con la corrupción”, dijo AMLO en su campaña, y fue suficiente para ganar la presidencia, en su tercer intento. “Voy a hacer América grande otra vez”, prometió Trump, apelando al mismo sentimiento de insatisfacción y desesperanza. Ambas propuestas son de soluciones superficiales y efectivas en el corto plazo.
Finalmente, tanto Trump como Sheinbaum aprovecharon la brecha de necesidades inmediatas de la gente, apuntando al populismo como un atajo hacia la victoria.
