Alrededor de 40 mil personas fallecen cada año por causas atribuibles al consumo de alcohol, esto es 109 muertes por día y 4 fallecimientos cada hora.
Por ello, diversas organizaciones presentaron el Manifiesto por una Política Nacional para el Control de Bebidas Alcohólicas, en donde demandan la implementación de una política nacional para el control del consumo de bebidas alcohólicas, con el fin de proteger la salud y el bienestar de la población.
El documento fue elaborado por investigadores, académicos, especialistas y activistas de todo el país, con el objetivo de definir acciones clave para reducir el consumo de bebidas alcohólicas y sus efectos sociales y de salud.
Este decálogo establece las principales medidas que el gobierno debe promover para cumplir los acuerdos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y proteger a la población frente a los riesgos asociados al consumo de alcohol.
Entre las medidas señaladas, sobresale la necesidad de aumentar los impuestos especiales a las bebidas alcohólicas, reconocida incluso como la medida más costo efectiva. También se propone establecer medidas que restrinjan de manera efectiva la gran disponibilidad de alcohol en nuestro país.
Además, se hizo un llamado a una campaña urgente de sensibilización nacional para informar sobre los riesgos del consumo de alcohol y su dependencia, así como el fortalecimiento de los servicios de prevención y atención para personas con problemas por consumo de bebidas alcohólicas, entre otras disposiciones indispensables y básicas.
Necesaria una política nacional para el control de bebidas alcohólicas
Al respecto, Juan Núñez, representante de Salud Justa, sentenció la urgencia por una política nacional para el control de bebidas alcohólicas.
“Los impuestos especiales son medidas de gran utilidad, ya que, además de alejar del consumo a niños, adolescentes y personas de bajos ingresos, lo cual repercute positivamente en su salud, aportan recursos a la hacienda pública que pueden cubrir parte de los costos del sistema de salud, incluida la prevención del consumo y el tratamiento de personas afectadas por el alcohol”, dijo.
De acuerdo con la ENSANUT 2022, el consumo excesivo de alcohol actual (definido como el consumo de cinco o más bebidas por ocasión en hombres o de cuatro o más en mujeres) afecta a cerca de uno de cada cinco adultos de 20 años o más, al menos una vez en los últimos 30 días.
Además, el consumo de alcohol aumenta los riesgos de sufrir hechos de violencia, como homicidios, suicidios, agresiones sexuales y domésticas; de sufrir lesiones, tales como los siniestros viales, caídas, ahogamientos y quemaduras; de intoxicación alcohólica; de comportamientos sexuales riesgosos; de abortos espontáneos y muerte fetal.
A largo plazo, puede ocasionar problemas de salud mental, dificultades en el aprendizaje y la memoria, depresión y ansiedad, especialmente en personas jóvenes, así como dependencia.