Tras la victoria electoral de Donald Trump en EE. UU. y con las nuevas elecciones anticipadas en Alemania para febrero de 2025, se plantean preguntas sobre el papel que podrían y deberían desempeñar los medios sociales.Los líderes de los partidos tradicionales de Alemania están evidentemente nerviosos por el auge de los partidos populistas.
El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo algo más del 30 por ciento de los votos en las recientes elecciones estatales de Turingia y Sajonia, lo que se atribuyó en parte a la eficacia del partido a la hora de llegar a los primeros votantes en TikTok.
Matthias Kettemann, experto en regulación de Internet y derecho de los medios de comunicación de la Universidad de Innsbruck (Austria), sostiene que es imposible decir con exactitud qué impacto tienen los medios sociales en la formación de la opinión pública y en los procesos democráticos de toma de decisiones en general.
Sin embargo, lo que está claro es que cada vez más gente utiliza los medios sociales y que existe una tendencia general a la polarización. "A los partidos de ultraderecha y de ultraizquierda les suele ir mucho mejor en los medios sociales porque suelen tener historias más fáciles de contar, lo que a su vez fomenta el compromiso junto con los algoritmos de amplificación de las plataformas", declaró a DW.
Los observadores también desconfían de la creciente influencia del hombre más rico del mundo y CEO de la plataforma X, Elon Musk, que fue posiblemente el mayor aliado de Trump en su campaña para convertirse en presidente de EE. UU.
Después de que el Gobierno de coalición en el poder de Alemania se derrumbara el 6 de noviembre, Musk se refirió repetidamente a los líderes de centroizquierda alemanes como "tontos".
Mientras tanto, el vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck (Los Verdes), regresó por sorpresa a la plataforma de microblogging tras un periodo de inactividad de seis años, afirmando que no le parecía correcto dejar la X en manos de los "bocazas y populistas".
Tirarse barro en lugar de debatir políticas
"El problema más importante es la desinformación desde arriba", afirma Jörg Hassler, experto en comunicación digital y política de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich (LMU). Los líderes políticos se centran ahora más en lanzar ataques personales a sus competidores o en entablar debates sobre cuestiones secundarias como las fechas de las elecciones, dice.
"Las cuestiones importantes son lo bien que va la economía, si la gente puede recibir ayudas estatales, etcétera, pero parece que a los políticos no les interesa hablar de ellas", declaró Kettemann a DW.
Mientras que las herramientas de campaña desarrolladas en EE. UU. están sujetas a estrictos límites legales y reglamentarios en Alemania, por ejemplo a través de las leyes de protección de datos y las leyes en torno a la financiación de los partidos, las redes sociales se han convertido en una parte importante de un ecosistema mediático híbrido, en el que la información circula entre las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales.
"No se pueden ganar elecciones en los medios sociales, pero sí perderlas", afirma Hassler. Y señala el ejemplo de Armin Laschet, que se presentó como candidato de la conservadora CDU a canciller en las elecciones federales de 2021 en Alemania. La campaña de Laschet se hundió de hecho después de que le grabaran riéndose durante una visita oficial a una región de Alemania devastada por inundaciones extremas, y la indignación se extendiera por X, entonces llamado Twitter, utilizando el hashtag #laschetlacht (Laschet se ríe).
Por primera vez en 2022, más ciudadanos alemanes afirmaron que seguían principalmente las noticias por Internet en lugar de por televisión, según se desprende de la encuesta anual del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo. Según el Estudio de Medios de las cadenas públicas alemanas ARD y ZDF 2024, sólo el 7 por ciento de la población alemana utiliza X de forma habitual, frente a Instagram (37 por ciento), Facebook (33 por ciento) y TikTok (18 por ciento).
Actores extranjeros
Otro factor importante en las próximas elecciones federales en Alemania, según Kettemann, será el papel de los actores extranjeros que utilizan operaciones de desinformación, por ejemplo, granjas de bots y "campañas oscuras" en aplicaciones de mensajería como Telegram y WhatsApp para impulsar determinadas narrativas.
"Sabemos, por ejemplo, que Rusia prefiere ciertos partidos políticos en Alemania a otros. Quieren exacerbar las tendencias a la polarización en el seno de la sociedad alemana y ésa es una amenaza de la que debemos ser muy conscientes en vísperas de las elecciones al Bundestag", advirtió Hassler a DW.
(gg/rml)