Hace dos meses, Alejandro “N” atacó con un machete a Aída en una calle de Altamira, Tamaulipas, durante ese tiempo continuó su trabajo como transportista, como si no hubiera pasado nada, hasta que el 13 de noviembre fue detenido en Durango por agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas.
Al hombre de 52 años se le acusa del delito de homicidio calificado, en grado de tentativa, contra la mujer dedica a la venta de tamales, quien tuvo lesiones en la cara y un brazo, debido a lo grave de éstas, permaneció hospitalizada más de un mes.
“El mandato judicial ejecutado se solicitó y obtuvo de un juez de control, después de que el agente del Ministerio Público presentó elementos de prueba que implican al detenido en el citado delito, registrado el 19 de septiembre en la colonia Altamira Sector 3, del municipio de Altamira, cuando agredió a la víctima con un arma punzo cortante”.
Tras su aprehensión, los elementos de la policía de investigación trasladaron al agresor a Tamaulipas para seguir con su proceso judicial.
Sobre esta detención, la Fiscalía de Durango añadió: “Dicho mandato judicial en contra de Alejandro, se ejecutó por elementos de la Policía de Investigación de Delitos en el municipio de Gómez Palacio, para posteriormente ser trasladado a Tamaulipas. Gracias a coordinación entre la Fiscalía de Durango con sus homólogas de todo el país, se han logrado realizar acciones contundentes en contra de personas generadoras de violencia que afectan la seguridad de los ciudadanos”.
Aída niega relación sentimental con agresor
En el Código Penal de Tamaulipas, el homicidio calificado se sanciona con una pena de entre 20 y 50 años de cárcel; en el caso de la tentativa, se les aplicará prisión de la tercera parte del mínimo, más de seis años y medio, hasta las dos terceras partes del máximo de la sanción, poco más de 33 años.
En un video que se difundió sobre el momento de la agresión, se observan que por lo menos en cuatro ocasiones la ataca con el machete, lo que casó heridas en la cara, cabeza y brazo izquierdo
“En la ciudad de Durango allá anda él muy tranquilo laborando todavía como si no hubiera hecho nada. Ya lo mandaron para el penal de aquí de Altamira, estación Colonia. Dicen que él era mi pareja, me gustaría aclararles que no, a ese señor yo ni lo conocía de nada, no era nada mío. Que pague por el delito que cometió, por todo el daño que él me causó, no sé cuántas cirugías me falten en mi brazo, ya no voy a poder trabajar, que no lo dejen libre, que le caiga todo el peso de la ley”, relató Aída al saber de su aprehensión.