La desaparición del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) podría tomar al menos un año, en lugar de los 90 días originalmente planteados, advirtió Adrián Alcalá, presidente del instituto.
En una entrevista con con medios de comunicación, Alcalá destacó que el INAI tiene compromisos financieros significativos, como un contrato de arrendamiento por 20 años para su edificio sede, con una deuda actual de 220 millones de pesos. Además, señaló que un plazo de 90 días sería insuficiente para establecer un nuevo marco legal que garantice el acceso a la información y la protección de datos personales.
“En 2014, cuando se reformó el artículo 6 constitucional, se otorgó un año al Congreso para diseñar una nueva legislación general. Creemos que algo similar sería necesario ahora”, explicó Alcalá.
Advirtió que la desaparición del instituto dejaría los datos personas de los mexicanos vulnerables ante la delincuencia organizada y sin protección adecuada. Ya que el dictamen propuesto no contempla una autoridad que implemente medidas de protección a los datos personales.
¿Qué implica la desaparición del INAI?
El comisionado subrayó que los recursos deben asignarse al instituto para garantizar su operatividad durante la transición. Esto incluye cubrir gastos esenciales como seguridad, electricidad y papelería, así como la elaboración de libros blancos para documentar el cierre de sus actividades.
Además, Alcalá comentó que, de aprobarse la reforma, sería crucial establecer en los transitorios del decreto cómo funcionará la nueva entidad encargada de garantizar la transparencia y el derecho de acceso a la información. “No se trata de simples trámites, sino de derechos fundamentales que deben ser protegidos”, aseguró.
México y su capacidad para asumir este cambio
El presidente del INAI destacó que las miles de quejas que recibe el instituto cada año reflejan que el país aún no está preparado para la extinción de este organismo autónomo.
Por ahora, queda en manos del Congreso determinar el futuro del INAI y la estructura que asumirá sus responsabilidades, mientras expertos y organizaciones civiles expresan su preocupación por la posible pérdida de garantías en materia de transparencia y protección de datos personales.