Durante la pandemia, el trabajo remoto (home office) se estableció como una norma global. Sin embargo, tras casi tres años de esta modalidad, las empresas están reconsiderando su efectividad, y se estima que un 90% de las organizaciones que implementaron el trabajo remoto planean regresar a las oficinas, según un estudio de Resume Builder.
En México, 66% de los trabajadores asisten diariamente a la oficina, 27% trabaja de manera híbrida y solo 7% continúa con home office, según datos de Ipsos. A pesar de que un 51% de los colaboradores busca oportunidades de trabajo remoto, la tendencia parece estar en retroceso.
A continuación, Codifin, empresa especializada en potenciar el talento con tecnología, nos comparte las cinco principales razones por las que se considera que el home office podría desaparecer en 2025.
Falta de cooperación y creatividad
El trabajo remoto ha reducido la interacción cara a cara, lo que afecta la productividad y dificulta la construcción de relaciones profesionales. La creatividad y la resolución de problemas en equipo también pueden verse limitadas en entornos aislados. Muchas empresas argumentan que el trabajo conjunto en la oficina fomenta una mayor cooperación, esencial para el desarrollo de proyectos innovadores.
Incremento de costos asociados al home office
En México, la NOM 037 de la Ley Federal del Trabajo exige a los empleadores proporcionar los equipos necesarios para el trabajo remoto, lo que ha incrementado los gastos operativos de las empresas. Esto ha obligado a muchas organizaciones a reevaluar si los beneficios del home office justifican los altos costos de equipamiento y mantenimiento de una infraestructura adecuada, llevando a algunas a optar por el regreso a las oficinas.
Dificultades para el liderazgo y la gestión remota
La falta de habilidades para gestionar equipos de manera remota ha generado baja productividad y alta rotación de personal en algunas empresas. La supervisión directa y el apoyo inmediato son más fáciles de ofrecer en un entorno físico, lo que permite un mejor desempeño y bienestar de los trabajadores, algo que no se logra con la misma efectividad en la modalidad remota.
Ciberseguridad
En un entorno de oficina, manejar datos sensibles es más seguro debido al control sobre las redes y dispositivos. El home office, por su parte, presenta mayores riesgos de filtraciones de información y ataques cibernéticos, especialmente cuando los trabajadores no cuentan con un entorno digital seguro. La creciente amenaza de los ciberdelincuentes hace que muchas empresas reconsideren el trabajo remoto, priorizando entornos más controlados y seguros.
Cambios legislativos en el mercado laboral
Las reformas laborales recientes, como el aumento salarial y la extensión de las vacaciones, están modificando los costos laborales y las expectativas de los empleados. Las empresas ahora deben ajustarse a estas modificaciones y, al mismo tiempo, mantenerse competitivas en la contratación y retención del talento especializado, lo que podría influir en la decisión de volver a jornadas presenciales.
La posible desaparición del home office en 2025 refleja un cambio en la forma de trabajo que busca equilibrar los beneficios de la flexibilidad con la necesidad de colaboración, ciberseguridad y gestión eficiente.
Aunque el trabajo remoto ofrece ventajas claras para los empleados, las empresas están priorizando la interacción cara a cara y la seguridad operativa. Este cambio podría tener implicaciones profundas tanto para las organizaciones como para los trabajadores, por lo que será clave establecer un diálogo constante entre ambas partes y adaptar nuevas herramientas como la inteligencia artificial para mejorar la productividad y la gestión del talento.