La decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance para atacar objetivos militares rusos ha generado tensiones internacionales, con Moscú advirtiendo sobre una posible escalada global del conflicto. Funcionarios rusos calificaron la medida como una “provocación directa” que podría cruzar una línea roja y desencadenar “consecuencias catastróficas”.
La autorización, confirmada por un alto funcionario en Washington, se hizo pública tras los recientes bombardeos rusos contra la infraestructura energética de Ucrania, que dejaron al menos 11 muertos y agravaron la crisis eléctrica en el país, en plena preparación para el invierno.
Desde el Kremlin, se alertó que el uso de misiles ATACMS por parte de Ucrania podría intensificar el conflicto, transformándolo en un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN. El senador ruso Vladimir Dzhabarov, citado por la agencia TASS, afirmó que esta decisión podría llevar al mundo al umbral de una Tercera Guerra Mundial.
¿Qué dicen las naciones?
La medida ha sido bien recibida por aliados de la OTAN como Polonia, que considera que esta estrategia habla el “lenguaje que Putin entiende”. Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los ataques rusos a objetivos civiles y pidió evitar acciones que puedan agravar la crisis.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, reiteró el respaldo de la Unión Europea a Ucrania, asegurando que el bloque continuará apoyando a Kiev frente a las agresiones rusas.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que su objetivo es alcanzar una resolución diplomática del conflicto para 2025, descartando cualquier cesión de territorio ocupado, una condición que Rusia considera fundamental para iniciar negociaciones.
Alta tensión internacional
En paralelo, la posible llegada de tropas norcoreanas para apoyar a las fuerzas rusas ha generado nuevas críticas hacia Moscú. Aunque el presidente Vladimir Putin no ha emitido declaraciones, analistas señalan que Rusia podría responder con tácticas menos apocalípticas que el uso de armas nucleares, como sabotajes estratégicos o el apoyo a milicias extranjeras.
El escenario actual refleja un panorama de alta tensión internacional, donde cada acción de las potencias involucradas podría acercar al mundo a una crisis de escala global.