El G20, integrado por las principales economías del mundo, expresó su respaldo a la tributación progresiva y propuso avanzar hacia la creación de un impuesto global a los superricos, iniciativa liderada por Brasil. En la declaración final de la cumbre, celebrada en Río de Janeiro, el grupo enfatizó la necesidad de garantizar que las personas con alto patrimonio neto paguen impuestos de manera efectiva.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, destacó el lanzamiento de la Alianza contra el Hambre y Pobreza, y el inicio de las discusiones para la creación de un impuesto a los superricos como dos de los principales logros de la presidencia brasileña del G20.
“Con pleno respeto a la soberanía fiscal, procuraremos cooperar para garantizar que las personas con un patrimonio neto muy elevado paguen impuestos de manera efectiva”, señaló el foro en su comunicado oficial, según informó EFE.
¿De cuánto sería el impuesto a los superricos?
La propuesta brasileña sugiere un tratado internacional para impedir que los multimillonarios evadan impuestos trasladando sus fortunas a jurisdicciones con legislación tributaria más flexible.
De acuerdo con el documento del G20, si los 3,300 multimillonarios del mundo contribuyen con un impuesto global del 2% de sus riquezas, se podrían recaudar entre 200,000 y 250,000 millones de dólares anuales, según estimaciones. Estos fondos se destinarían a combatir la pobreza, el hambre y el cambio climático.
El documento destacó que las discusiones continuarán en próximos foros globales, con aportes de expertos, la academia y organizaciones internacionales. Brasil también inició conversaciones con la ONU, la OCDE y Sudáfrica para explorar formas de implementar el impuesto y garantizar que el tema permanezca en la agenda del G20 durante la presidencia sudafricana, que comienza en diciembre.
A pesar del respaldo inicial, se espera que las negociaciones para concretar este impuesto global se extiendan por varios años antes de que pueda ser traducido en un convenio o tratado.
