En las calles de la Ciudad de México, es cada vez más común ver a ciclistas invadiendo espacios destinados a los peatones, utilizando las banquetas, circulando en sentido contrario o incluso aprovechando los carriles de los autos para rebasar.
Esta problemática es más evidente en zonas como el Centro Histórico, particularmente sobre Eje Central, donde la falta de infraestructura adecuada para bicicletas genera una interacción peligrosa entre ciclistas, peatones y conductores.
Esta situación ha resultado en accidentes que involucran tanto a ciclistas como a peatones, y pone en evidencia la falta de responsabilidad y respeto por las normas de tránsito.
Ciclistas y sus prácticas riesgosas
En algunos casos los ciclistas admiten que incurren en prácticas riesgosas en busca de agilizar su desplazamiento. Sin embargo, no todas las calles tienen ciclovías, y la responsabilidad también recae en los conductores, que no siempre manejan de forma segura.
De acuerdo con el artículo 30 del Reglamento de Tránsito Metropolitano está prohibido que los ciclistas circulen por las banquetas, y estipula que deben desmontar y caminar con sus bicicletas si es que necesitan atravesar áreas peatonales; estas disposiciones no siempre son atendidas por los ciclistas y es cuando se han registrado accidentes, que en muchos casos se culpa únicamente a los conductores de automóviles.
No obstante, la falta de sanciones efectivas y la falta de ciclovías en muchas zonas de la ciudad contribuyen a que estas prácticas continúen. Los colectivos ciclistas siguen luchando por un entorno vial más seguro y por la implementación de políticas públicas que prioricen la seguridad de todos los usuarios de las calles.
Dada esta circunstancia es importante que se implementen campañas que ayuden a crear consciencia entre ciclistas, conductores y peatones para mantener una sana convivencia, además de garantizar la seguridad en la vía pública de todas las partes.