La creciente proliferación de consultorios clandestinos y clínicas irregulares, resulta en una grave crisis en el sector de la salud privada, afectando a miles de ciudadanos que, por la falta de acceso al sistema público de salud, recurren a opciones privadas sin saber si cumplen con los estándares legales y profesionales.
En ese contexto se enmarca el caso de la falsa psiquiatra Marilyn Cote, quien se hacía pasar como una profesional de la salud con múltiples credenciales académicas, pero que resultó tener consultorios ilegales.
Cote, quien afirmaba tener títulos en Derecho, Neurociencias, Neuropsiquiatría, y diversos doctorados en Medicina y Psicología Clínica, fue expuesta por varios usuarios y plataformas en redes sociales como X, quienes comenzaron a cuestionar la validez de sus diplomas y la calidad de los servicios que ofrecía.
La situación se agravó cuando comenzaron a surgir denuncias de pacientes que acusaban a Cote de emitir recetas médicas irregulares, algunas de las cuales incluían medicamentos controlados sin la debida justificación.
A pesar de su presencia mediática y su imagen como “experta” en el ámbito de la salud mental, los operativos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) desmantelaron la farsa.
Establecimientos médicos ilegales clausurados
De acuerdo con una investigación de Milenio, la Cofepris ha detectado y cerrado, en los últimos tres años, 103 establecimientos médicos ilegales en todo el país.
El más reciente es justamente el consultorio de Cote, Neuropsychology: Clinic Marilyn Cote, ubicado en la Torre II de las Torres Médicas Angelópolis, en Puebla, tras constatar que el establecimiento carecía de los permisos necesarios, como la licencia sanitaria y el aviso de funcionamiento, además de que el personal que atendía no contaba con la acreditación adecuada.
Dicha investigación reveló que este caso no es aislado. De acuerdo con los reportes de la Cofepris, entre 2022 y 2024, se han clausurado 103 establecimientos médicos irregulares, lo que deja al descubierto un patrón creciente de clínicas y consultorios sin la debida regulación. En el 2022, 34 clínicas fueron clausuradas, cifra que aumentó a 49 en 2023. En lo que va del 2024, ya se han cerrado al menos 20 establecimientos ilegales.
Cabe mencionar que la mayoría de estas clausuras han ocurrido en el centro del país, especialmente en la Ciudad de México y el Estado de México. Los operativos han descubierto prácticas como la utilización de insumos caducados, la falta de licencia para realizar procedimientos quirúrgicos y estéticos, y el uso de personal no certificado para llevar a cabo intervenciones médicas.
De acuerdo con Milenio, uno de los casos más notorios fue el cierre del Sanatorio Montevideo, en la colonia Lindavista, en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde se realizaban procedimientos quirúrgicos sin las mínimas condiciones de higiene y sin el personal capacitado. La situación fue aún más grave cuando una paciente denunció complicaciones graves tras una cirugía estética, lo que puso en evidencia la falta de control y supervisión en el sector.
Otro caso destacado fue el de Renal Center Life, en la alcaldía Benito Juárez, que operaba un servicio de hemodiálisis sin cumplir con las normativas de seguridad e higiene. A pesar de las sanciones impuestas por la Cofepris, la clínica continuó operando ilegalmente, lo que llevó a las autoridades a reforzar las acciones de inspección en estos centros de salud de alto riesgo.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), más de 50 millones de mexicanos carecen de acceso a servicios de salud, lo que los lleva a buscar alternativas en consultorios privados, muchas veces sin verificar si estos cumplen con los requisitos legales y profesionales.