Las adelitas se convirtieron en una figura fundamental en la historia de México. Vestidas con un traje típico y tradicional, con un rifle en la mano por, así son llamadas las mujeres que participaron en las contiendas de la Revolución Mexicana. El nombre nació de un corrido popular inspirado en Adela Velarde Pérez, la figura más destacada.
Las Adelitas: la participación de las mujeres en la Revolución Mexicana
“Si Adelita se fuera con otro / la seguiría por tierra y por mar / si por mar en un buque de guerra / si por tierra en un tren melitar”, son los versos del Corrido de la Adelita.
Adela Velarde Pérez ingresó a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca en el año 2015, donde encabezó el grupo de mujeres que apoyaban y curaban a los hombres que regresaban del combate. Además, se incorporaron a las tropas militares de Emiliano Zapata y de Francisco Villa.
“En la etapa de 1914 a 1917, se hizo explícita la filiación revolucionaria de las enfermeras y ésta se correspondió con los cuerpos de ejército en los que prestaron sus servicios; 19 lo hicieron en el zapatismo, diez en el villismo, dos convencionistas y 93 constitucionalistas-carrancistas” declara la página web del Gobierno de México.
Posteriormente Adela Velarde fue considerada veterana de guerra. Las adelitas, o también llamadas soldaderas, apoyaron dentro del conflicto cargando armas o preparando alimentos. De la misma manera, se involucraron en los conflictos armados cuando era necesario.
“Trabajar para un soldado se convirtió, rápidamente, en una manera de ganarse la vida y mantener a sus hijos. Como las sirvientas, las soldaderas eran libres; podían irse a la hora que se les antojara, acompañar a los soldados por todo el país o cambiar de hombre a voluntad” menciona la escritora Elena Poniatowska en su libro Las Soldaderas.
