Moody’s Analytics lanzó una advertencia que sugiere un panorama económico complicado para México en 2025, con bajo crecimiento, alta inflación e inestabilidad financiera, como consecuencia de las políticas propuestas por Donald Trump, virtual presidente electo de Estados Unidos, que amenazó con un incremento del 25% en los aranceles a productos mexicanos. Te explicamos cómo estas políticas podrían afectar el desempeño económico de del país y qué sectores se verían más afectados.
¿Cómo afectaría a México el aumento de aranceles impuesto por Trump?
El próximo gobierno de Donald Trump presenta una amenaza significativa para la economía mexicana, pues los aranceles, las políticas de inmigración y la posible reducción de la inversión extranjera directa se combinarán para crear un entorno económico complejo para México en 2025 y 2026.
La inflación y la volatilidad financiera serán desafíos adicionales, afectando tanto a las empresas como a los consumidores. Aunque algunas industrias podrían beneficiarse marginalmente de la depreciación del peso; se espera que la economía mexicana enfrente un periodo de bajo crecimiento e incertidumbre financiera.
Moody’s Analytics advierte inestabilidad financiera para México tras amenaza de Trump
De acuerdo con el informe “México ante el Impacto Económico de las Políticas de Trump”, publicado por Moody’s Analytics el 26 de noviembre, la economía mexicana será una de las más expuestas a los efectos adversos de las medidas del futuro gobierno de Trump, pues México ha sido un objetivo constante del expresidente, y los lazos económicos y comerciales entre ambos países implican que cualquier cambio en las políticas estadounidenses tendrá repercusiones profundas para México.
El informe destaca que, debido a estas posibles modificaciones, las previsiones de crecimiento económico para México en 2025 y 2026 se han revisado a la baja. En particular, se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país crecerá apenas un 0.6% en 2025, una reducción importante en comparación con el crecimiento estimado de 1.3% para 2024.
Además, el flujo de remesas se verá afectado, ya que las políticas de inmigración estrictas en Estados Unidos podrían derivar en deportaciones masivas de trabajadores mexicanos indocumentados, lo que provocaría una reducción significativa en el envío de remesas, una fuente importante de ingresos para muchas familias mexicanas, especialmente aquellas de menores recursos que dependen de estos fondos para su consumo diario.
De acuerdo con Moody’s Analytics, en los últimos tres años, las remesas han representado cerca del 4% del PIB mexicano, por lo que cualquier interrupción en este flujo tendrá un impacto directo en el consumo interno y, por ende, en la economía.
El mercado financiero mexicano también sufrirá las consecuencias de estas políticas, pues se espera una mayor volatilidad en los mercados financieros, lo que podría encarecer el financiamiento para las empresas y el gobierno mexicano; esto podría llevar a una fuga de capitales y a una mayor presión sobre el tipo de cambio, impulsando la inflación y debilitando aún más la economía de nuestro país.
Franquicias estadounidenses en México podrían aumentar precios al 25%
El sector comercial es uno de los más vulnerables, ya que Estados Unidos es el principal socio comercial de México, por lo que un incremento del 25% en los aranceles a los productos mexicanos tendrá efectos devastadores, según el informe de Moody’s Analytics.
Esto no solo afectará a la demanda de productos exportados desde México hacia Estados Unidos, sino que también desincentivará la inversión extranjera directa en el país. Empresas estadounidenses podrían reconsiderar o incluso cancelar sus planes de relocalización en territorio mexicano debido al entorno menos favorable para hacer negocios.
Las franquicias estadounidenses que operan en México, como Apple, KFC, Subway y Starbucks, entre otras, también podrían verse obligadas a ajustar sus precios; muchos de los insumos de las empresas norteamericanas que radican en territorio nacional son producidos principalmente por nuestro país.
Un claro ejemplo de este impacto se puede ver en el caso de Starbucks; si los aranceles a las importaciones mexicanas aumentan un 25%, esto encarecerá los insumos que la cadena utiliza para operar en el país, como productos importados de Estados Unidos. Esto, a su vez, llevaría a un aumento en los precios que paga el consumidor.
Imaginemos que el precio promedio de una taza de café en Starbucks es de 60 pesos, y con un aumento del 25% debido al incremento de los costos, este precio podría subir a 75 pesos.
Para los consumidores mexicanos, que ya enfrentan una inflación elevada, este incremento representaría una presión adicional sobre su poder adquisitivo. Así, el encarecimiento de productos cotidianos podría reducir el consumo y afectar a las ventas de estas franquicias, generando una cadena de efectos negativos tanto para las empresas como para los consumidores.