Esta mañana de viernes 29 de noviembre se han reportado varios bloqueos en varias vialidades de Insurgentes Sur, lo que han provocado que los conductores se desquicien y que el Metrobús no esté en funcionamiento por lo que los pasajeros han tenido que caminar a sus destinos.
Los manifestantes que han bloqueado la vialidad exigen que sus derechos sean respetados ante un proyecto inmobiliario en Iztacalco que obtuvo el visto bueno de Francisco Javier Barba Lozano, Magistrado de Sala Ordinaria del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México.
“Francisco Javier Barba Lozano es el magistrado que está solapando a favor del cártel inmobiliario de Iztacalco”, reza una de las pancartas desplegadas por una de las manifestantes en las calles de Insurgentes.
Los manifestantes que han cerrado el paso del Metrobús de la Línea 5 han mencionado que el proyecto llamado ‘Churubusco 213′ atenta contra la calidad de vida de miles de habitantes de la colonia Granjas México y de colonias adyacentes quienes enfrentan la falta de agua potable.
De hecho el complejo ya recibió un revés por parte de la alcaldesa de Iztacalco, Lourdes Paz, quien decidió suspender los trabajos de demolición que se realizan en el predio ubicado en Río Churubusco 213 al revocarle la licencia a la empresa CIBanco S.A., Institución de Banca Múltiple encargada de construir un mega complejo habitacional de más de 900 viviendas.
Así es el proyecto ‘Churubusco 213′ que los habitantes quieren detener
Con información de la página Taller 13, en la cual especifican el proyecto, se hace énfasis en que Iztacalco tiene una problemática de una baja densidad urbana, por lo que con el proyecto ‘Churubusco 213′ busca optimizar la infraestructura peatonal y la renovación del espacio público.
Lo que mencionan los manifestantes es que esta tipo de obras solo benefician al cártel inmobiliario de Iztacalco ya que una construcción de esa magnitud, en lugar de impulsar a la ciudadanía, busca hacer negocio en los alrededores de un sitio que cuenta con estructuras como el Palacio de los Deportes, Estadio GNP Seguros y la Ciudad Deportiva, y por supuesto, la derrama económica que deja la Fórmula 1 en México.