Milicianos de la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) ingresaron en Alepo como parte de una ofensiva contra el Gobierno de Bashar al Asad.Fuerzas yihadistas y de milicias aliadas continuaron su ingreso este viernes (29.11.2024) en Alepo, la segunda ciudad de Siria, tras una ofensiva relámpago contra las fuerzas de Bashar al Asad.
La ofensiva provocó los combates más violentos desde 2020 en el noroeste del país, con un balance provisorio de 54 muertes en un día, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG radicada en Reino Unido, pero con una amplia red de contactos en el terreno.
Dos testigos confirmaron a la agencia AFP que vieron hombres armados y escenas de pánico en la ciudad. El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, afirmó que los milicianos "tomaron el control de cinco barrios" de Alepo y que las fuerzas del régimen "no opusieron gran resistencia".
Un reportero de AFP, que cubrió la entrada de los rebeldes en el distrito de Nueva Alepo, informó sobre enfrentamientos entre las fuerzas que participan en la ofensiva con las sirias y de grupos que las apoyan.
Según el OSDH y varios testigos, milicianos de la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y de grupos aliados, algunos cercanos a Turquía, consiguieron llegar a las puertas de la ciudad después de "dos atentados suicidas con coches bomba".
El Ejército sirio, que según un alto cargo de Seguridad envió refuerzos a Alepo, aseguró que había repelido "la gran ofensiva de los grupos terroristas" y recuperado varias posiciones.
Las Fuerzas Armadas rusas confirmaron este viernes su apoyo a Al Asad. Se "están llevando a cabo bombardeos" contra "materiales y efectivos de grupos armados ilegales, contra puestos de control y contra arsenales y posiciones de artillería", dijo el Ejército, citado por agencias estatales rusas.
Irán, otro respaldo militar del régimen desde el inicio de la guerra civil, reiteró el viernes su "apoyo continuo" al Gobierno de Asad.
Según la agencia oficial siria Sana, los rebeldes bombardearon la ciudad universitaria de Alepo y mataron a cuatro civiles. La ofensiva comenzó el 27 de noviembre, el mismo día en que entró en vigor un frágil alto el fuego en el vecino Líbano entre Israel y el grupo islamista Hezbolá, tras dos meses de guerra abierta.
El grupo HTS -antigua rama siria de la red Al Qaida- controla el último bastión rebelde del país, en el noroeste, incluyendo gran parte de Idlib y algunas zonas de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia.
Cazas sirios y rusos lanzaron intensos bombardeos cerca de esta localidad, indicó el Observatorio. Según el OSDH, los combates también alcanzaron el viernes la estratégica ciudad de Saraqeb, en manos del régimen y situada al sur de Alepo, en el cruce de dos carreteras.
Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), los enfrentamientos provocaron el desplazamiento "de más de 14.000 personas, casi la mitad de ellas niños".
El norte de Siria se mantenía en los últimos años en una calma precaria, posibilitada por un alto el fuego establecido tras una ofensiva del régimen en marzo de 2020. Esa tregua fue respaldada por Rusia y por Turquía, que apoya a algunos grupos rebeldes sirios en su frontera. Desde que empezó la guerra civil, en 2011, más de medio millón de personas murieron y otros millones tuvieron que abandonar sus hogares.
ama (afp, reuters)