Hasta cuatro de 10 mexicanos están enfermos de procrastinación laboral y son parte de la generación del ‘ahorita lo hago’, ‘al ratito entrego el trabajo’ y ‘mañana... sí lo entrego’, reveló el ICAMI Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo.
La institución vinculada a la Escuela de Negocios (IPADE Business School), de la Universidad Panamericana, reveló a Publimetro que hasta 40% de los empleados mexicanos, desde personal operativo, hasta directores o ejecutivos procrastina en el trabajo.
Señaló que tal conducta ya es parte de la cultura de los mexicanos y su definición advierte que la procrastinación laboral sucede cuando alguno o varios empleados dejan para el último minuto la realización, término o entrega de tareas importantes para las empresas.
Apuntó que hay trabajadores que no solo dejan para después el cumplimiento de sus actividades diarias, sino que se “toman la licencia” de posponer proyectos importantes para las compañías –como la firma de contratos, entrega de productos, servicios y pagos– “para la próxima semana” e, incluso, “para varios meses”.
¿Cómo afecta la procrastinación a empresas?
El director nacional de marketing de ICAMI, Salvador Velázquez, explicó que las empresas pierden hasta 30% de su productividad, por causa de la procrastinación en el trabajo y sus efectos económicos y laborales que desata.
“En ICAMI detectamos que la productividad se reduce alrededor de un tercio, pero el tamaño real de las pérdidas depende de las condiciones financieras y laborales de cada organización, de sus objetivos y alcances”, apuntó.
El directivo del Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo refirió que dicha merma, no solo es muy cotosa en términos de dinero e inversiones, sino que puede terminar en la pérdida de contratos, clientes, proveedores y hasta con las metas de la propia empresa y otras organizaciones con las que se mantienen otros negocios.
“Los empleados afectados van dejando que las cosas lleguen al límite; te dicen ‘dame chance para mañana’, ‘déjame ver’ o ‘no sé cómo hacerle’ y así van posponiendo todo; hay gente que no solo lo pospone para mañana, sino que deja el cumplimiento de sus tareas por varios meses, esperando –a veces– que las cosas arreglen solas”, apuntó.
¿Qué causa la procrastinación laboral?
Salvador Velázquez señaló que entre las causas de la procrastinación en el trabajo están falta de motivación, ansiedad, miedo al fracaso, la sobrecarga de trabajo y los problemas de organización personal de los empleados y sus jefes directos.
Además del impacto que causan los bajos salarios, malos jefes, un ambiente laboral tóxico y hasta el estrés, que terminan por profundizar la desmostivación y la falta de compromiso de los trabajadores hacia las organizaciones, quienes dejan todo para después, cuando lo pueden hacer desde hoy mismo.
En este último sentido, el directivo del ICAMI destacó que un aspecto grave es que el problema y las causas de procastinar se pueden contagiar entre los empleados o áreas completas de la compañía; debido a que no distingue entre mujeres y hombres, jóvenes o adultos, empleados operativos y directores, ejecutivos y gerentes.
“¿Se puede expandir¿ ¡Ah, bueno! Pues como fulanito no lo hace y no pasa nada, pues yo también lo hago y se empieza una situación generalizada; ahí, las áreas de recursos humanos y los jefes directos siempre deben estar atentos a ver que todo esto no suceda y, en su caso, establecer acciones que puedan reducir el problema”, apuntó.
¿Cómo detener o combatir la procrastinación laboral?
La especialista en Coaching Directivo del ICAMI Región Noroeste, Debra Lucia Aldama, señaló que, de acuerdo con el artículo 2 Claves para dejar de procrastinar según Harvard, publicado por el sitio entrepreneur.com existen dos claves para combatir la problemática descrita:
1. Poner en una balanza los pros y los contras para valorar las consecuencias
Procrastinar es positivo a corto plazo ya que nos evita “sufrir” una situación determinada. Pero ese hábito también suele tener consecuencias indeseadas:
- Suspender un examen.
- No entregar a tiempo un proyecto.
- No ofrecer incentivos laborales a los empleados para incrementar su productividad.
- No solucionar los problemas de comunicación interna, que sabemos que existen en nuestra empresa
2. Confía en tus capacidades y motívate con pequeños premios
Como te diría cualquier buen coaching profesional: “la confianza en uno mismo es fundamental para terminar con cualquier hábito que esté afectando negativamente nuestra vida profesional y la procrastinación no es ninguna excepción a la norma”, señaló Debra Lucia Aldama.
Pero, ¿cómo puedes confiar en tus capacidades, si no puedes dejar de procrastinar? La respuesta es simple, motivándote a no hacerlo y ofreciéndote pequeñas recompensas a corto plazo.
“Estos premios pueden ser tan sencillos como quieras y tú mismos decides qué te puede satisfacer y recompensar al final del trabajo hecho:
- Salir temprano de trabajo.
- Ir al cine o a una exposición que te interese.
- Practicar algún deporte al final de la jornada.
- Tomar unas bebidas con los compañeros
- Ver una serie al final del día.
- Cada quien decide qué recompensa tomar y cuándo aprovechas.
“Estas dos claves que parecen tan sencillas son muy importantes y valiosas. Pero finalmente no importa cuántos consejos o tips encuentres para superar la procrastinación, todos ellos terminarán cuando te dispongas a terminar tu trabajo. Recuerda que si hay algo que no se puede recuperar jamás es el tiempo perdido”, dijo la especialista.