La alianza militar está buscando más formas de proteger los activos de sus miembros del sabotaje de actores como Rusia y China. Incluso se debate si la guerra híbrida podría activar el artículo 5 del tratado de la OTAN.Cuando los ministros de Exteriores de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se reunieron en Bruselas esta semana, la lucha contra la guerra híbridaocupó un lugar destacado en la agenda. La guerra híbrida es el uso de medios convencionales y no convencionales que no llegan a ser una guerra total y, sin embargo, crean inestabilidad en los países objetivo.
Los aliados de la OTAN han decidido aumentar el intercambio de inteligencia, mejorar la cooperación con las empresas privadas y hacer más resistentes las infraestructuras críticas para hacer frente a la guerra híbrida, en medio de un aumento de los casos de presuntos sabotajes en territorio de la OTAN.
"En los últimos años, Rusia y China han intentado desestabilizar nuestras naciones con actos de sabotaje, ciberataques, desinformación y chantaje energético para intimidarnos", declaró el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte. "Los aliados de la OTAN continuarán unidos para hacer frente a estas amenazas a través de una serie de medidas, incluyendo un mayor intercambio de inteligencia y una mejor protección de las infraestructuras críticas."
El mes pasado, se cortaron dos cables de telecomunicaciones de fibra óptica en el mar Báltico, uno que unía Finlandia y Alemania, y otro de Suecia a Lituania, mientras un barco chino se encontraba en las proximidades.
Se trata del caso más reciente de una lista cada vez más larga de lo que la OTAN sospecha que son actos planificados y coordinados de guerra híbrida instigados directamente por Moscú o a instancias de éste.
Un alto funcionario de la OTAN que habló con DW bajo condición de anonimato dijo, que como Rusia muestra un "creciente apetito por el riesgo", la alianza estaba revisando su estrategia de 2015 sobre la lucha contra la guerra híbrida para reforzarla con más medidas.
La OTAN no está preparada para señalar con el dedo
Aunque las pruebas circunstanciales en varios casos apuntan a los sospechosos habituales, los Estados miembros de la OTAN están divididos en cuanto a señalar y acusar en ausencia de pruebas sólidas que establezcan la cadena de mando. Pero éstas, según los expertos, son difíciles de obtener en casos de guerra híbrida.
Algunos expertos sugieren que también hay consideraciones políticas y económicas en juego.
"¿Realmente se quiere culpar a los dirigentes estatales chinos de lo que podría equivaler a un acto de agresión cuando la relación es extremadamente compleja?", pregunta retóricamente Rafael Loss, miembro político del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), destacando los lazos comerciales entre Pekín y la UE. "Algunos también esperan que China pueda desempeñar un papel en la distensión de la guerra en Ucrania y en la política climática mundial."
Sin embargo, cada vez hay más voces que abogan por que, llegado el caso, la OTAN invoque el Artículo 5, o al menos lo plantee como una amenaza para disuadir a Moscú.
¿Invocará la OTAN el Artículo 5 contra la guerra híbrida?
Algunos creen que la OTAN puede invocar el Artículo 5 del Tratado de la OTAN -que insta a todos los Estados miembros a acudir en defensa de cualquier miembro que esté siendo atacado-, en caso de que un ataque híbrido supere cierto umbral.
"El amplio uso de medidas híbridas por parte de Rusia aumenta el riesgo de que la OTAN considere eventualmente invocar su cláusula de defensa mutua del Artículo 5", declaró el jefe de inteligencia alemán, Bruno Kohl, en un acto en Berlín la semana pasada.
Eitvydas Bajarunas, ex embajador adjunto en la Misión de Lituania ante la OTAN en Bruselas y actualmente investigador invitado en el Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA), declaró a DW que, en la última cumbre de la OTAN, celebrada en julio de 2024, los líderes aliados reafirmaron que si las operaciones híbridas contra los Estados miembros se intensificaban hasta el nivel de un ataque armado, ello podría provocar la invocación del Artículo 5.
Pero los expertos afirman que Rusia es consciente de los cálculos y probablemente mantendrá la gravedad de los ataques justo por debajo del punto en que parezcan una guerra total.
Según la propia interpretación de la OTAN, "la guerra híbrida implica una interacción o fusión de instrumentos de poder y herramientas de subversión tanto convencionales como no convencionales", al tiempo que están envueltos en la ambigüedad, lo que dificulta su atribución y, por tanto, una respuesta.
Los Gobiernos europeos han expulsado a más de 700 espías rusos que se hacían pasar por diplomáticos desde que Moscú invadió Ucrania en 2022. Pero los ataques híbridos no han cesado y Rusia sigue escondiéndose tras esa ambigüedad.
(gg/rml)