El mes de diciembre ha traído consigo un aumento significativo en el robo de mercancías en carreteras, lo que ha encendido los “focos rojos” en el sector de autotransporte de carga. La tendencia sigue hasta el 6 de enero, cuando comienza a disminuir ligeramente.
Durante el primer trimestre de 2024, México registró un total de 5,140 robos de carga, lo que representó un aumento del 41.4% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de las autoridades y la cámaras del autotransporte.
En el análisis de los incidentes de robo, la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industrial Satelital (AMESIS) reportó que el Estado de México encabeza la lista con el 32% de los robos registrados, seguido por Puebla con 23% y Guanajuato con 12%. Otros estados con altas incidencias incluyen Jalisco, San Luis Potosí, Querétaro, Veracruz y Nuevo León.
Según Ricardo Bustamante Medina, presidente de AMESIS, un reporte del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) indica que el 84% de los robos fueron perpetrados con violencia contra los operadores de los camiones, quienes además de perder su carga, también fueron despojados de sus pertenencias y, en muchos casos, de las unidades de transporte.
Productos más robados
Este incremento delictivo se concentra especialmente en productos como: abarrotes lideran la lista con 23.3%, seguidos por alimentos con 13.2%, acero con 10.5%, combustibles con 10%, autopartes con 10% y paquetería con 10%.
La AMESIS también ha identificado que los meses con mayor incidencia de robos fueron enero, julio y octubre de este año, en base a información recabada de más de 550 mil unidades equipadas con sistemas de rastreo.
Carreteras con más riesgos para el transporte
Las carreteras con mayor riesgo para el transporte de mercancías incluyen la México-Querétaro (25%), México-Puebla (20%), México-Pachuca (13%) y el Circuito Exterior Mexiquense (9%).
Bustamante Medina advirtió que el robo de transporte de carga ha alcanzado niveles alarmantes, afectando gravemente a empresarios de diversas industrias, incluida la seguridad privada. Este delito contribuye a la expansión del mercado negro, lo que genera un impacto económico significativo para el país.
