Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo y Los Zetas, se declaró inocente durante su primera audiencia en el Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano, en el Estado de México, tras ser deportado desde Estados Unidos, donde cumplió una condena de 17 años por delitos relacionados con el narcotráfico.
Ante el Juez Cuarto de Distrito en Materia Penal, Cárdenas Guillén negó las acusaciones de narcotráfico presentadas en su contra por la Fiscalía General de la República (FGR). Durante su declaración preparatoria, se reservó el derecho de responder varias preguntas para evitar autoincriminarse.
La defensa del exlíder criminal solicitó la duplicidad del término constitucional, por lo que será hasta el próximo domingo cuando el juez determine si se dicta auto de formal prisión o no en su contra.
Procesos y órdenes de aprehensión pendientes
Cárdenas Guillén enfrenta un panorama judicial complejo en México, pues tiene pendientes tres órdenes de aprehensión por los delitos de homicidio calificado, delincuencia organizada y delitos contra la salud. Además, mantiene siete procesos penales vigentes, entre los que destacan:
- Delincuencia organizada con fines de cometer delitos contra la salud
- Operaciones con recursos de procedencia ilícita
- Acopio, portación y posesión de armas de fuego y cartuchos de uso exclusivo del Ejército y Fuerzas Armadas
- Cohecho
Deportado a México
Osiel Cárdenas Guillén fue deportado el pasado lunes por autoridades estadounidenses, tras haber cumplido su condena en ese país. Su retorno marca el inicio de un nuevo proceso legal en el que deberá enfrentar las acusaciones pendientes en México, que abarcan desde su liderazgo en el narcotráfico hasta delitos relacionados con la posesión de armamento exclusivo de las fuerzas armadas.
El caso de Cárdenas Guillén vuelve a poner en el centro de atención el combate al narcotráfico y la delincuencia organizada en el país, en un contexto de creciente violencia ligada a los cárteles.