El Gobierno Federal anunció la instalación de 25 albergues en la franja fronteriza para atender a los migrantes que pudieran verse afectados por posibles deportaciones masivas desde Estados Unidos. La medida busca responder a los desafíos humanitarios ante un escenario que podría superar la capacidad de atención, ya que cada albergue solo podrá recibir hasta 2,500 personas.
Con un antecedente alarmante, durante 2024 la administración de Joe Biden deportó a 271,484 migrantes, la cifra más alta en una década. De mantenerse esta tendencia, se estima que cada albergue necesitaría atender a cerca de 10,000 personas, cifra muy superior a su capacidad operativa.
Durante una reunión virtual liderada por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, con los gobernadores de estados fronterizos, se detalló el plan para establecer los albergues. Este esfuerzo busca garantizar condiciones dignas para los migrantes durante su estancia.
En el encuentro participaron los gobernadores Samuel García (Nuevo León), Marina del Pilar (Baja California), Alfonso Durazo (Sonora), Américo Villarreal (Tamaulipas) y Manolo Jiménez (Coahuila), además de Arturo Medina Padilla, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, entre otros funcionarios.
Segob se coordina con gobernadores
Rosa Icela Rodríguez destacó la importancia de la coordinación entre los distintos niveles de gobierno para abordar la crisis migratoria.
“Estamos trabajando de manera conjunta para atender el fenómeno migratorio con enfoque humanitario y soluciones concretas que beneficien tanto a la población migrante como a las comunidades de la región fronteriza”, afirmó.
Con esta estrategia, el Gobierno Federal busca mitigar el impacto de una eventual crisis migratoria derivada de las políticas estadounidenses y garantizar una atención humanitaria en la frontera.