El nivel de las presas que conforman el Sistema Cutzamala, una de las principales fuentes de abastecimiento de agua para el Valle de México, ha mostrado una tendencia a la baja durante el mes de diciembre.
Este descenso es consecuencia del inicio de la temporada de estiaje, un periodo crítico que se caracteriza por ser el nivel más bajo o caudal mínimo que en ciertas épocas del año tienen los cuerpos de agua a causa de la sequía, y que en este caso se prolongará durante los próximos seis meses, hasta que se reanuden las lluvias en la siguiente temporada.
De acuerdo con los datos más recientes proporcionados por el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al 25 de diciembre de 2024, el sistema de presas que conforman este complejo hidráulico se encontraba al 64.65% de su capacidad de llenado.
El total de almacenamiento alcanzado en ese momento fue de 505.90 millones de metros cúbicos, lo cual resulta preocupante, ya que las presas del Cutzamala abastecen aproximadamente al 25% de la población del Valle de México (Estado y Ciudad de México).
¿Cuáles son los niveles de las tres presas principales del Sistema Cutzamala?
La presa Villa Victoria, que se encuentra al 49.56% de su capacidad, almacena 92 millones de metros cúbicos; la presa Valle de Bravo, con 266.5 millones de metros cúbicos, ha alcanzado el 67.33% de su llenado; mientras que la presa El Bosque, que cuenta con 148 millones de metros cúbicos, tiene un 73% de su capacidad utilizada.
De esta manera, se refleja una reducción significativa de los niveles en comparación con las cifras de hace algunos meses, cuando el sistema de presas estaba más abastecido. La situación se agrava si se comparan los niveles actuales con los del año pasado, cuando el Sistema Cutzamala sufrió una de sus peores crisis de abastecimiento en las últimas décadas.
Cabe recordar que en junio de 2024, las presas llegaron a su nivel más bajo desde 1996, alcanzando sólo el 26.01% de su capacidad con un almacenamiento de 203.5 millones de metros cúbicos. Este descenso tan drástico puso en riesgo el suministro de agua para millones de habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad de México. No obstante, con la recuperación de los recursos hídricos, el almacenamiento logró superar el nivel mínimo de operación de 155 millones de metros cúbicos, conocido como el ‘día cero’, lo que permitió evitar una crisis de agua inmediata.
