Lo que suena a ciencia ficción pronto se convertirá en realidad: los avances tecnológicos y la inteligencia artificial resolverán algunos de los retos de nuestro tiempo y, a su vez, plantearán nuevas cuestiones éticas.1er deseo: IA en beneficio de la humanidad
La inteligencia artificial impregnará nuestra vida cotidiana y nuestro mundo laboral en 2025. Esto va mucho más allá de los chatbots asistidos por IA en la atención al cliente, o los asistentes personales y los coches autónomos. Apenas estamos empezando a darnos cuenta de las oportunidades y los riesgos que se esconden tras esta revolución tecnológica.
En muchos ámbitos, la IA realizará cada vez más tareas con mayor rapidez y eficacia que los humanos. Esto hará que muchos puestos de trabajo se vuelvan innecesarios. Por otro lado, la IA puede beneficiar a la medicina, ya que enfermedades como el cáncer o el Alzheimer pueden detectarse y tratarse antes. Esto se debe a que los algoritmos de IA pueden reconocer fácilmente patrones llamativos en procedimientos de imagen como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas que los médicos podrían pasar por alto.
Por tanto, sería deseable un equilibrio entre la innovación útil y la regulación necesaria. Debemos utilizar la IA como una herramienta en beneficio de la humanidad. En pocas palabras, es como el fuego que utilizamos para cocinar o calentarnos, pero que también puede servir para incendiar una casa.
2º deseo: Descarbonización e innovaciones en almacenamiento
La expansión de las energías renovables es necesaria para frenar el cambio climático.
Los módulos solares y las turbinas eólicas serán cada vez más eficientes y rentables de aquí a 2025. También se están logrando avances alentadores en el almacenamiento del excedente de energía para garantizar un suministro energético estable e independiente del sol y el viento.
En el futuro, el almacenamiento químico (baterías convencionales, baterías de flujo redox, supercondensadores e hidrógeno) o el almacenamiento físico (volantes de inercia, almacenamiento por bombeo y aire comprimido) se impondrán como grandes sistemas de almacenamiento de energía.
Las primeras baterías de estado sólido, es decir, baterías de iones de litio con electrolitos sólidos, podrían llegar al mercado de la automoción en 2025. Son potentes, se cargan mucho más rápido, son más ligeras y duran más.
Sin embargo, también serían deseables otros tipos de baterías que no dependieran de elementos escasos y caros como el litio y el cobalto. Las baterías de iones de zinc, magnesio o aluminio y las de zinc-aire siguen sin ser tan potentes como las de litio, pero requieren recursos ampliamente disponibles. Y ya se utilizan con éxito algunas baterías de sodio-azufre o de flujo redox.
3er deseo: Decodificar la comunicación animal
Dado que la inteligencia artificial es especialmente buena reconociendo y reproduciendo patrones, pronto podría hacerse realidad un sueño humano: entender el canto de las ballenas, de los pájaros o el lenguaje de los monos. El siguiente paso sería aprender a comunicarnos con los animales.
Esto cambiaría fundamentalmente la conciencia humana como supuesta "cúspide de la creación", al igual que los humanos hemos comprendido gracias a la astronomía que la Tierra no es el centro del universo. Sin embargo, debemos estar preparados para el hecho de que no necesariamente nos gustará lo que los animales tengan que decir.
4º deseo: Combatir los deepfakes y la desinformación
Los deepfakes y la desinformación suponen una gran amenaza para la sociedad porque influyen negativamente en la opinión pública y los procesos políticos.
El uso indebido de la IA no sólo ha aumentado drásticamente la cantidad de desinformación. También se está haciendo cada vez más difícil distinguir entre contenidos y auténticos y contenidos creados artificialmente y manipulados.
Sería deseable la introducción de sistemas de IA que reconocieran y eliminaran la desinformación y los deepfakes en tiempo real.
5º deseo: Vacunas contra el cáncer
Aunque no podemos vacunarnos directamente contra el cáncer, sí podemos vacunarnos contra las infecciones que desencadenan ciertos tipos de cáncer. Ya existen dos vacunas eficaces: el peligroso cáncer de cuello de útero está causado por los virus del papiloma humano (VPH). Y los tumores de hígado están causados por los virus de la hepatitis B.
Durante la pandemia de coronavirus, se utilizó la tecnología del ARNm para desarrollar en pocos meses vacunas muy eficaces contra el patógeno SARS-CoV-2. La tecnología del ARNm también ha dado un impulso completamente nuevo a la investigación del cáncer.
Sería deseable que en un futuro próximo también estuvieran disponibles vacunas contra el cáncer de piel (melanoma), de pulmón, de mama y de páncreas.
6º deseo: Medicamentos accesibles para todos
Es vergonzoso que haya medicamentos muy eficaces que muchas personas no pueden permitirse. El sida, la tuberculosis o la hepatitis C también podrían combatirse eficazmente en el Sur global, pero las patentes y los elevados precios resultantes siguen impidiendo su uso generalizado.
Por supuesto, la investigación y el desarrollo médicos también deben ser rentables para los institutos y las empresas farmacéuticas. Sin embargo, sería deseable que los costes de desarrollo se separaran del precio de venta y que se adoptaran nuevos enfoques de investigación para garantizar un suministro justo de medicamentos en todo el mundo.
(md/ers)