Milei propone una "Latinoamérica libre del yugo de cualquier gobierno de dudosa calidad democrática". Expertos sostienen que "a Milei no le interesa Latinoamérica" sino convertirse en líder "de la derecha en el mundo"."Argentina no será cómplice del silencio frente a las injusticias y los atropellos del régimen de Maduro", afirmó días atrás en un comunicado oficial el presidente argentino Javier Milei tras su encuentro con el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, a quien recibió con máximos honores en la Casa de Gobierno.
"Nuestra postura es clara: libertad, justicia y democracia para todos los venezolanos", agregó Milei, al subrayar la necesidad de construir lo que consideró debe ser una Latinoamérica "próspera y libre del yugo opresor de cualquier tipo de gobierno de dudosa calidad democrática".
En otro tono, pero en idéntica línea, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, por su parte, afirmó en su cuenta de X: "Escuchame bien, Maduro: tus mentiras no te van a salvar… tu régimen asesino… está llegando a su fin”, en relación con el conflicto desatado por la detención de un gendarme argentino en Venezuela.
El posicionamiento del gobierno argentino frente al régimen de Maduro es claro. Ahora bien, ¿qué hay detrás?
Enemigos de la "Agenda de la Libertad”
"Milei busca presentarse como el líder de la oposición al socialismo en la región”, analiza en diálogo con DW Nicolás Welschinger, doctor en Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.
"Venezuela se convierte en el enemigo perfecto para Milei, ya que representa la confirmación de su tesis de que los gobiernos socialistas en América Latina están inevitablemente asociados con el autoritarismo, y son enemigos de la 'Agenda de la Libertad' que él promueve”, se explaya.
"En este contexto, González Urrutia adquiere una carga simbólica significativa, convirtiéndose en un emblema de la narrativa anticomunista y prooccidental impulsada por Milei”, agrega el académico en relación con el decidido apoyo brindado por el presidente argentino al líder venezolano.
Orden de captura y poder simbólico
¿Y la orden de captura internacional dictada días atrás por un juez argentino contra el presidente de Nicaragua Daniel Ortega?
"Tiene principalmente un carácter simbólico”, asegura en entrevista con DW Christian Pfeiffer, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad alemana de Rostock.
"Se inscribe en una narrativa que podría resumirse como 'el luchador por la libertad, Milei. contra los corruptos socialistas autoritarios'", grafica el investigador quien, junto con Welschinger, lleva adelante proyectos entre ambas universidades sobre la política exterior del presidente argentino.
"La política exterior del gobierno de Milei puede caracterizarse como altamente ideológica, polarizadora y con una marcada orientación hacia el alineamiento con países occidentales, particularmente, con los Estados Unidos de Donald Trump”, define Pfeiffer.
"A Milei no le interesa Latinoamérica”, sostiene, por su parte, consultado por DW, Marcelo Montes, doctor en Relaciones Internacionales y profesor de Política Internacional en universidades argentinas. "Ni su civilización, a la que desprecia, ni tampoco su pasado reciente”, agrega, "excepto que tenga gobiernos amigos o similares ideológicamente”, puntualiza.
Alianzas y rivalidades
"Aliados tiene muy pocos: la derecha chilena, Bukele, los Bolsonaro, la oposición venezolana”, enumera sobre las relaciones del presidente argentino en el continente. "Rivales son casi todos”, indica. "Para Milei, hasta Davos (N.d.l.R.: Foro Económico Mundial) se dejó seducir por el socialismo. Incluso la ONU”, apunta crítico. Milei "quisiera un mundo tecno-feudal gobernado por Elon Musk”, evalúa.
En el mismo sentido apunta el análisis de la doctora en Relaciones Internacionales y profesora titular de Política Exterior argentina de la Universidad del Salvador, Sylvia Ruíz Moreno: "Milei persigue el interés de asumir un liderazgo cultural del pensamiento de derecha en el mundo”, indica, consultada por DW.
"Con respecto a América Latina, Milei ha dado muestras de cierta indiferencia frente a los asuntos regionales y la cooperación económica”, afirma la catedrática. "Sin embargo, ha demostrado una gran preocupación por los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, como expresión de los valores opuestos a su concepción de libertad”, indica.
"La recepción de Edmundo González Urrutia con la jerarquía de un jefe de Estado es una demostración de la postura de lleno, sin matices, de enfrentamiento contra estos regímenes. En el mismo sentido van las denuncias penales contra Ortega y Maduro”, interpreta.
"Resulta difícil calibrar las acciones de Milei en términos totalmente racionales”, matiza, asimismo, la profesora argentina. "Habla de la defensa de la libertad, pero se alía con líderes autoritarios, denuncia violaciones a los derechos humanos en Venezuela, pero no dice nada de los que pasa en El Salvador, o manda a votar en contra de resoluciones de derechos humanos en organismos internacionales", remarca.
"Hay un trasfondo de creencias que tiene un componente emocional, de simpatías y antipatías”, dice. "Lo que no es muy distinto a lo que sucede con otros líderes que están en las antípodas del pensamiento de Milei”, relativiza. Y concluye: "Javier Milei es un síntoma de nuestro tiempo”.
(ers)