La candidata a canciller de la ultraderecha alemana participó en una charla en vivo con el multimillonario Elon Musk. ¿Ayudará esta intervención a Alice Weidel en las proxímas lecciones? Los expertos opinan.Tal vez no sea de extrañar que la conversación entre Elon Musk y la líder de Alternativa para Alemania (AfD) en la plataforma X comenzara con una mentira rotunda: el multimillonario afirmó que Alice Weidel era la candidata a canciller más popular en Alemania "según las encuestas". En verdad, el partido parcialmente de ultraderecha está en segundo lugar de las encuestas, 11 puntos por detrás de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), y su candidata figura en último lugar, en términos de popularidad, entre los candidatos a la cancillería.
La conversación de 70 minutos, que a veces se volvía incómoda por malentendidos del idioma, estuvo salpicada por varias afirmaciones muy engañosas, como que el robo era legal en California, y Weidel insistió en que Adolf Hitler era comunista. Entre risas, también hablaron sobre el suministro de energía de Alemania, los méritos de la energía nuclear, la inmigración, la guerra en Ucrania, la guerra en Medio Oriente. Musk expresó su confianza en que Trump pondría fin rápidamente a los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza, mientras que Weidel describió lo que llamó la mala gestión de Alemania durante las últimas dos décadas.
"Podría haberse preparado un poco mejor”
Pero la gran pregunta para Weidel fue si el debate la ayudaría a ganar seguidores para la próxima campaña electoral. "Para ser sincero, estoy un poco sorprendido por lo pobre de su intervención", dijo Bendix Hügelmann, estratega alemán de comunicaciones políticas y fundador de la consultora People on the Hill. "Este es un gran momento, pero... creo que perdió totalmente la oportunidad que se le dio para desarrollar su perfil público y dar la impresión de un nuevo prototipo altamente educado y súper sofisticado de un futuro político de derecha".
Hügelmann también se sorprendió por algunas de las dificultades que tenía Weidel para expresarse en inglés. "No hablaba mal, no me malinterpreten", dijo, "pero creo que para una conversación de 70 minutos con el señor Musk, ella podría haberse preparado un poco mejor".
Según Hügelmann, Weidel habló con "un enfoque muy académico, que contrastaba enormemente con la forma en la que el señor Musk presentó sus argumentos. Pero tal vez lo explicaría por la barrera del idioma".
¿A qué público se dirigió?
Según las cifras de X, unas 200.000 personas escucharon en directo, aunque las cifras empezaron a descender hacia el final. Para Philipp Adorf, politólogo de la Universidad de Bonn, el principal objetivo del evento para Weidel no era convencer a la audiencia alemana, sino presentarse al público de derechas y estadounidense.
"Creo que fue un intento de establecer más contactos con miembros de la administración Trump, y tal vez trabajar juntos, o al menos ser vista como una socia en Europa", dijo. Weidel conversó con Musk desde Berlín y posiblemente no asistirá a la toma de posesión de Trump el 20 de enero.
Weidel logró repetir muchos de sus puntos de vista habituales: que Angela Merkel, de la CDU, había sido de hecho la primera canciller "verde" de Alemania y que había arruinado el país al abrir la frontera a los refugiados. Lo que Weidel hizo con más éxito, según Adorf, fue presentar a su partido como un partido moderado que se limita a plantear las demandas que solían hacer los partidos de centroderecha.
Pero, en general, puede que la charla haya sido demasiado informal. "Encontré que la conversación sonó un poco desorganizada, especialmente hacia el final", dijo Adorf.
(rmr/ers)
