En medio de la atención mundial por los devastadores incendios forestales en California, el Estado de México da un paso importante para proteger uno de sus ecosistemas más vitales. La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales celebró un convenio con los gobiernos del Estado de México, la Ciudad de México, Morelos y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) para reforzar las estrategias de preservación del Bosque de Agua, un territorio crítico para el equilibrio ambiental del país.
José Alberto Couttolenc, presidente del Partido Verde en el Estado de México, se unió a esta iniciativa destacando la necesidad de sumar esfuerzos para combatir dos problemáticas clave: la tala ilegal y el cambio de uso de suelo. A través de sus redes sociales, celebró el convenio y subrayó la importancia de implementar programas regionales y fomentar la participación ciudadana como pilares para la conservación de este ecosistema.
Como parte de las primeras acciones, Couttolenc encabezó la creación de una brecha cortafuego en el municipio de Jilotzingo, acompañado por autoridades locales, personal de Probosque y ciudadanos voluntarios. “Es vital que todos conozcamos estas medidas para contribuir a la seguridad de nuestros bosques. Todos podemos ayudar a prevenir incendios y cuidar del medio ambiente”, señaló el líder estatal durante las actividades.
Couttolenc explicó que una brecha cortafuego consiste en eliminar cualquier material combustible que pueda avivar el fuego, creando un perímetro que limite la propagación de incendios. Estas acciones, dijo, son esenciales no solo para proteger las áreas verdes y los bosques, sino también a las comunidades que dependen de ellos.
El Bosque de Agua, que abarca 37 municipios y alberga 10 acuíferos clave, provee el 70% del agua al Valle de México, el Valle de Toluca y Cuernavaca, abasteciendo a más de 22 millones de personas. Sin embargo, cada año se pierden 2,400 hectáreas de este territorio, lo que equivale a destruir una superficie del tamaño de nueve campos de fútbol al día, una cifra alarmante que pone en riesgo la sostenibilidad ambiental.
Ante este panorama, Couttolenc enfatizó la importancia de la participación ciudadana como motor del cambio. “La protección de nuestros bosques no es solo tarea de las autoridades. Necesitamos que las comunidades sean parte activa de este esfuerzo. Juntos podemos construir un futuro más verde”, concluyó, haciendo un llamado a los mexiquenses para actuar frente al cambio climático y los riesgos de incendios que amenazan los recursos naturales de la región.
