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Cámara residencial documenta por primera vez sonido e imagen de un meteorito al caer

Un hombre salió a pasear con sus perros y minutos después un meteorito cayó exactamente donde había estado parado. De las 48,5 toneladas de material meteórico que llegan cada día a la Tierra, este logró hacerse famoso.Un timbre inteligente en Canadá ha logrado lo que podría ser un hito histórico en la observación de meteoritos: la primera grabación audiovisual completa del impacto de una roca espacial contra la superficie terrestre.

El extraordinario evento tuvo lugar en julio de 2024 en Marshfield, Isla del Príncipe Eduardo, y su protagonista involuntario estuvo a escasos minutos de convertirse en la segunda persona confirmada en la historia en recibir el impacto de un meteorito.

Encuentro cercano con un visitante espacial

Joe Velaidum se encontraba en la entrada de su casa, ajustando una correa de perro antes de salir a pasear con su compañera Laura Kelly. Minutos después de abandonar el lugar, un objeto extraterrestre impactaría exactamente donde él había estado parado.

El suceso quedó registrado en la cámara Ring de su puerta, capturando tanto las imágenes como el estruendo del impacto, que según testigos, sonó "como un disparo fuerte y estrepitoso", informó The Canadian Press.

Del misterio al descubrimiento: identificación del meteorito

La pareja no descubrió inmediatamente la magnitud del evento. Al regresar de su paseo, encontraron misteriosos restos grises esparcidos en su camino de entrada. Ante el peculiar hallazgo, fueron los padres de Kelly, que vivían en una casa vecina, quienes mencionaron haber escuchado un fuerte estruendo y plantearon la posibilidad de que se tratara de un meteorito. Esta sugerencia llevó a Velaidum a revisar la grabación de su cámara, revelando el extraordinario suceso.

Según explica Chris Herd, conservador de la colección de meteoritos de la Universidad de Alberta a CBC News, el objeto viajaba aproximadamente a 60.000 kilómetros por hora al entrar en la atmósfera, desacelerando hasta unos 200 kilómetros por hora antes del impacto. El choque dejó un minúsculo cráter de apenas 2 centímetros de diámetro.

Análisis científico: una condrita ordinaria con valor extraordinario

La fortuna quiso que Herd tuviera planeadas unas vacaciones en la isla apenas diez días después del incidente. Junto con su familia, ayudó a recolectar los fragmentos, que en total sumaron aproximadamente 3,35 onzas (95 gramos), según Smithsonian Magazine.

El análisis posterior reveló que se trataba de una condrita ordinaria, un tipo de meteorito que representa cerca del 90 % de todos los recuperados y que contiene información valiosa sobre los inicios del sistema solar.

Contexto: frecuencia de impactos meteóricos en la Tierra

Para poner el suceso en perspectiva, Science Alert señala que cada día entran en la atmósfera terrestre aproximadamente 48,5 toneladas de material meteórico. La mayoría se desintegra antes de alcanzar la superficie, y los fragmentos que sobreviven tienden a caer en los océanos, que cubren la mayor parte del planeta.

"Es surrealista pensar en lo raro y cercano que fue este encuentro", declaró Velaidum a Compass Media. "Si me hubiera quedado en ese punto exacto solo uno o dos minutos más, sin duda me habría golpeado un meteorito y probablemente me habría matado".

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de The Canadian Press, CBC News, Science Alert y Smithsonian Magazine.

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